Cansadas de tantos robos, atracos y enfrentamientos entre pandilleros, la Iglesia Católica y las organizaciones comunitarias del barrio Las Cañitas han decidido aunar esfuerzos con las autoridades policiales para enfrentar a los delincuentes.

Ayer fue realizada la segunda reunión en la Iglesia La Ascención del Señor, del sector, y en la misma participaron los jefes policiales de la zona, el sacerdote y dirigentes de las Juntas de vecinos, en la que se analizó la situación del barrio y se hicieron sugerencias para enfrentar los males.

La reunión fue encabezada por el párroco de la iglesia, el padre Joselito Beltré; el general Rafael Almonte Morrobel, director de la Regional Central de la Policía Nacional (PN); y el coronel Mirógenes Reyes Vargas, comandante de la institución en la Zona Norte y el capitán Lorenzo Antonio Rosario, oficial supervisor de los destacamentos Las Cañitas 1 y 2, entre otras personalidades.

Los participantes en el encuentro coincidieron en destacar que a partir de una reunión anterior celebrada hace dos meses entre los representantes de la comunidad y los comandantes policiales, la delincuencia ha mermado en el barrio.

No obstante, señalaron que todavía se trata de un sector inseguro, donde abundan las armas de fuego, las drogas y los choques entre pandilleros, la mayoría de los cuales son adolescentes.

La agenda de la reunión es el mejor reflejo de la situación del barrio: 1-Inquietudes de la comunidad ante todos estos atracos, robos de pasolas, motores y los negocios (?).

2.-¿Qué hacer con los pistoleros de la calle 10 del Tripero, el joven Amauri, Racachá, Juancito y otros. A los del aguacatico, la calle 7 y 16?

3.-¿Cuáles son las alternativas posibles para el control de la entrada de tanta droga al sector?

y 4.-Que hagan algunos patrullajes a pie en las horas «fuertes» de la noche y así verán a quienes pueden apresar.

Y para que la autoridades no aleguen ignorancia, los residentes en Las Cañitas también expusieron, incluso por escrito, cuáles son los puntos peligrosos, donde se producen más atracos y drogas: respaldo 10 esquina respaldo Ovando; frente al Centro de Salud y el Callejón; el Callejón de bajar al río por el final de la calle Magnolia y al final de la calle 10 esquina Amparo, en el Tripero.

Otros puntos «calientes» donde atracan con frecuencia son: la azotea de la escuela de las Cañitas, en el Tripero; la cancha, al final de la calle Amparo; el callejón frente a la calle Magnolia esquina 24 de Abril y el callejón de Juana Green.

Asimismo, en la calle 4 esquina respaldo 37, allí, según los vecinos, opera un punto de ventas de drogas; lo mismo ocurre en el callejón de la calle ocho esquina respaldo 37, este también es un punto de atracos y robos de motores y pasolas, prendas y carteras.

Uno por uno, estos puntos les fueron explicados al general Almonte Morrobel y a los demás jefes policiales que tienen a cargo la seguridad en la zona norte.

El general Almonte Morrobel, por su parte, agradeció la colaboración de la comunidad y dijo que sin la participación de la comunidad, a la Policía se le hace más difícil enfrentar a los delincuentes.

El padre Joselito denunció que muchas veces la policía apresa a jóvenes delincuentes, pero a los dos o tres meses ya están sueltos, y esto se debe a que muchas veces las víctimas no se querellan formalmente en contra de sus agresores, por temor a represalias. Otras veces los delincuentes dan dinero a los agentes para que los suelten.

El sacerdote manifestó que Las Cañitas parece «un Vietnam», por los frecuentes enfrentamientos a tiros entre jóvenes pandilleros.