Las cárceles dominicanas  todavía son almacenes de  presos

Las cárceles dominicanas  todavía son almacenes de  presos

El profundo desorden institucional y la ausencia de un presupuesto justo han permitido un deterioro progresivo de las cárceles, en las que existen, en el viejo modelo penitenciario, más de 15,000 presos que conviven en almacenes de seres humanos.

La falta de una política responsable y coherente  de parte de las  autoridades penitenciarias de todos los gobiernos, ha dado como resultado una débil vigilancia y una corrupción espantosa por quienes tienen a cargo la custodia de esos recintos, lo que quedó evidenciado cuando un oficial  asesinó de ocho disparos el pasado 16 de mayo al recluso Rolando Florián Féliz, quien cumplía condena en Najayo por tráfico de drogas, y que gozaba de todos los privilegios en su “cárcel-apartamento”.

El viejo modelo hay que extinguirlo, afirma el director de Prisiones,  general Manuel de Jesús Pérez Sánchez, y para eso “hay un plan estratégico que nos llevaría de cuatro a cinco años para incluir en el nuevo modelo las 25 cárceles que faltan, dependiendo si se aprueban y asignan los recursos para eso”.

Actualmente esa institución carece de movilidad, está con las manos atadas, no tiene mecanismos para transportar los reclusos, ni  la posibilidad de enfrentar la avalancha de presos que cada día llegan a los recintos penitenciarios.

Ante la falta de los recursos necesarios para resolver los problemas carcelarios, la dirección de Prisiones sometió un presupuesto de RD$1,300 millones, solo se le asignaron RD$700 millones, de los cuales más RD$600 millones se gastan en la comida de los internos.

También fueron solicitados RD$500 millones adicionales para desarrollar varios proyectos, pero eso se quedó en papeles. 

La mayoría de las cárceles del viejo modelo son almacenes de seres humanos.  “Se dan una serie indescriptibles de situaciones irregulares, que incluyen vejaciones y vulneraciones a los derechos humanos, y la ausencia de las normas y estándares internacionales de manejo sobre las cárceles”, dice Pérez Sánchez.

Para Roberto Santana, coordinador de la Escuela Nacional Penitenciaria, el principal obstáculo es que parte de la delincuencia que hoy arropa al país  está íntimamente relacionada con ese personal armado que custodia esas instituciones, y “eso pasa ahí dentro, lo mismo con el trasiego de droga y los privilegios a ciertos internos”.

Persiste el contubernio entre custodios y reos. Policías y oficiales, en ocasiones, sacan a presos de “cierta categoría” fuera de los recintos a hacer diligencias personales, cogen dinero, además dentro de esas cárceles hay todo tipo de juegos de azar, y desde donde se dirigen redes de delincuencia.

Asimismo, Pérez Sánchez explica que parte del problema está en que las 25 cárceles del viejo modelo son regenteadas por la Policía y las Fuerzas Armadas, “entonces al trasladar 20 presos a una de las cárceles, quien está de mando dice que no los va a recibir, porque él es el jefe de su cárcel. “Allí no se asumen las reglas de Prisiones, y todas esas lacras hay que terminarlas, el director de Prisiones, el que sea, tiene que tener el mando único y absoluto a nivel ejecutivo”.

Refiere que los guardias son adiestrados para destruir al enemigo, para proteger el país, y los policías para mantener la tranquilidad y la seguridad ciudadana, “entonces el personal penitenciario es el que estamos especializando para que ofrezca un mejor trato a los internos, dotarlos de las habilidades para que logren la transformación conductual del reo y pueda reinsertarse a la sociedad”.

Desorden en  cárceles.  La Fundación Institucionalidad y Justicia (FINJUS) ha sido testigo del profundo desorden institucional que impera en el sistema penitenciario, por lo que se justifica un nuevo modelo para la gestión de las prisiones, declara Servio Tulio Castaños Guzmán, vicepresidente de esa institución.

Estima que es hora de detener los privilegios que imperan en los recintos y que hace que la ejecución de la pena se convierta en una nueva forma de burlar la ley, ya que se niegan en la práctica los principios que sustentan las penas y el sentido rehabilitador del sistema penitenciario.

Exhorta a las autoridades a profundizar la reforma penitenciaria, una reforma que debe sustentarse sobre la base del trato humanitario a los internos.

Mientras  en las líneas de acción, expone el fortalecimiento de los programas de capacitación y dotación de un personal especializado que se haga cargo de la administración de las cárceles, el mejoramiento de las infraestructuras físicas de los recintos penitenciarios a nivel nacional y el desarrollo de auditorías de calidad a los diferentes servicios ofrecidos a los reclusos, que permitan establecer debilidades y fortalecer una gestión penitenciaria profesional.

Nuevo modelo.  Las autoridades penitenciarias dicen estar seguras que las diez cárceles del nuevo modelo, que funcionan desde 2004, son ejemplos de un buen desempeño correccional, ajustadas al respeto de los derechos humanos, en donde labora un personal especializado.

Roberto Santana destaca que a esos internos se les da un trato igualitario, “son alfabetizados, reciben educación a todos los niveles, e idiomas, tanto así que en breve plazo estaremos firmando acuerdos con cinco universidades del país”.

El personal del nuevo modelo, que devenga un salario mensual desde los RD$12,000, es sometido periódicamente a prueba antidoping. La Procuraduría cancela el 5% de ese personal especializado anualmente, tras detectar que cometen faltas en los centros penitenciarios.

En junio próximo la Procuraduría inaugurará el nuevo recinto en San Pedro de Macorís, y entre septiembre y diciembre de este año serán construidos el de Higüey, Moca, Baní  y Salcedo, parte del nuevo modelo.

En  2009 se iniciarán  ampliaciones en las cárceles de  La Victoria, La Vega y Najayo Hombre, las que serían entregadas el próximo año, y “eso no es un capricho de nadie, ese es un plan estratégico que ha desarrollado la Procuraduría”, afirma Santana.

Las cifras

Manuel Pérez Sánchez

La cantidad de presos preventivos significa una derrota del nuevo sis-  tema procesal, y lo que ha hecho es incrementar el número de reos”. 

Servio Tulio Castaños

La realidad del sistema penitenciario dominicano es una de las sombras más agudas que existen en nuestra sociedad”.

Roberto Santana

El apoyo que recibi- mos  de la Procuraduría es lo que nos ha garanti- zado que este nuevo modelo penitenciario se mantenga firme”.

Las claves

1. Cifras

 Hay  18,167 reclusos, 15,557 en el viejo modelo y 2,610 en el nuevo. Un 63%  es preventivo y un 37% condenado. La mayor cantidad   están en La Victoria, 4,605; Najayo Hombre, 2,633; La Vega, 969; Moca, 854; El Seibo, 766; Rafey Hombre, 674 y Baní, 620.

  2. Nuevo modelo

Monte Plata, Najayo Mujeres, Haras Nacionales, Elías Piña, Rafey, Puerto Plata, San Francisco , Dajabón y Mao,  según las autoridades, allí no hay hacinamiento.

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