El hacinamiento que existe en las cárceles del viejo modelo penitenciario es una bomba de tiempo que explotará cualquier día, advirtió ayer el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín. Guzmán Fermín señaló que ese es uno de los peores problemas de las cárceles. Para ilustrar mejor la situación, detalló que La Victoria tiene capacidad para 1,200 hombres pero alberga casi cuatro mil; Najayo fue diseñada para 800 y tiene casi dos mil; el 15 de Azua era para 760 y tiene casi 1,500, y Santiago debería tener mil y pico pero tiene casi tres mil.
El hacinamiento que existe en las cárceles del viejo modelo penitenciario es una bomba de tiempo que explotará cualquier día, advirtió ayer el jefe de la Policía Nacional, mayor general Rafael Guillermo Guzmán Fermín.
Aún sin poder hablar, y comunicándose a través de mensajes escritos que eran leídos por su portavoz, coronel Nelson Rosario, Guzmán Fermín señaló que ese es uno de los peores problemas de las cárceles.
Para ilustrar mejor la situación, Rosario detalló que La Victoria tiene capacidad para 1,200 hombres pero alberga casi cuatro mil; Najayo fue diseñada para 800 y tiene casi dos mil; el 15 de Azua era para 760 y tiene casi 1,500, y Santiago debería tener mil y pico pero tiene casi tres mil.
Por otro lado, Rosario explicó que tres cuartas partes de los presos están distribuidos en cuatro cárceles: la de Najayo, Santiago, Monte Plata y el 15 de Azua.
Caso Najayo
El asesinato de Rolando Florián Féliz volvió a poner el dedo en la llaga en torno a los privilegios y la corrupción que existen en Najayo. Cuestionado en torno al tema, Guzmán Fermín asegura que la responsabilidad es de la Procuraduría General de la República.
Es que, explicó Rosario, los policías que trabajan en las cárceles sólo ejecutan lo que dispone el alcaide del centro -nombrado por la Procuraduría-. Nosotros no tenemos disposiciones, los que las tienen son ellos y si hay un privilegio no lo da la Policía, lo da el alcaide o lo permite.
El jefe de la Policía, afirmó Rosario, no puede prohibir los privilegios en ninguna cárcel porque la autoridad directa de esa área es el director de Prisiones.
Por eso la supervisión de la Policía en las cárceles se limita a ver cómo hacen los servicios, cuáles son las necesidades de avituallamiento y cómo están las armas.
Ahora, en cualquier cárcel del mundo hay tráfico de todo: de drogas, privilegios. Imagínate: ¿qué no será aquí, que es un país pobre?, lamentó Guzmán Fermín.
Guzmán Fermín se quejó, además, de que los agentes del antiguo modelo ganan RD$4,500 y deben lidiar con los presos más difíciles, mientras que los del nuevo ganan RD$11 mil y trabajan con reos de bajo riesgo.
Más patrullaje
Doce mil doscientos agentes han sido incorporados a las filas de la Policía y enviados a patrullar. Eso ha hecho posible que de 2,800 policías, hoy haya 15 mil en las calles. La gran mayoría de ellos estaban en oficinas y en servicio de particulares, funcionarios y oficiales de la propia institución.
Eso se ha traducido, explica Rosario, en una gran mejoría de la seguridad ciudadana y una reducción del horario de los oficiales: ahora trabajan turnos de ocho horas. Somos uno de los países más seguros de América Latina, tal como lo expresa el Latinobarómetro, dice Rosario.
Por el narco
El 71% de los casos de delincuencia que se registran en la República Dominicana están vinculados al narcotráfico. Por esa razón, tal como resaltó el general Guzmán Fermín, se creó el departamento Antinarcóticos de la Policía, que dirige el general Ramón Rodríguez y cuyo fin es ataca r el microtráfico.