AMPARO CHANTADA
Lo nuevo y radicalmente amenazador en la catástrofe de Nueva Orleáns es la representación política y mediática como accidente natural de lo que en realidad es un desastre producido por factores industriales y económicos globales (calentamiento atmosférico) y locales (el deterioro ecológico de las costas del Golfo de México por su explotación irracional).

Lo amenazador en el caso Katrina es la solución al desastre humano mediante estrategias de ocupación militar y desplazamientos y concentraciones poblacionales militarmente concebidos. Ambos son el posible paradigma de las catástrofes ecológico-industriales del futuro. Catástrofes naturales no existen. Hoy son concebidas por los Estados mayores, por las corporaciones industriales y por las administraciones globales como la continuación de las guerras por otros medios.

Que las catástrofes naturales no se planteen hoy mediática ni políticamente, como un problema ecológico e industrial (la actitud oficial de la actual administración norteamericana), sino como una cuestión estratégica y militar, es un escarnio y un suicidio. La solución a las crisis ecológicas que vendrán, lo mismo que a las guerras que se nos han venido encima, reside en poner de manifiesto sus causas para removerlas, no en extender sus beneficios financieros y estratégicos». Así termina su conferencia, Eduardo Subirats, profesor de Ética y filosofía en la Universidad de New York. Y no podía, yo, no pensar en las dos tormentas Noel y Olga, ya que tengo la certeza, que no se buscó responder a la pregunta «del por qué» de los saldos catastróficos (humanos y económicos), sino que se pensó en remendar, en apañar, con funditas de comida, mosquiteros, abrazos y muchas promesas. Así, no podremos dar las respuestas certeras a las situaciones vividas, en todo el territorio. ¿A dónde están las respuestas técnicas frente a las catástrofes que no son naturales porque son fabricadas por nuestra sociedad, para su detección y prevención? ¿A dónde están las propuestas de nuevos asentamientos humanos? ¿A dónde están los terrenos para las reubicaciones adecuadas?