Las causas de la crisis

Las causas de la crisis

El mensaje de los obispos al país difundido por los medios de comunicación el 27 de noviembre último es asaz valioso por su contenido profundo y exacto de la realidad económica y política que padecemos todos en el gobierno del presidente Hipólito Mejía.

Señala el importante documento episcopal que en gran parte la desproporción del gasto versus el ingreso, ha constituido un factor desestabilizador de la economía y, por consiguiente, del desbarajuste social que sufrimos todos los sectores de la sociedad dominicana con un impacto disolvente.

Propone la Conferencia del Episcopado Dominicano la austeridad en el gasto público, la eliminación de los excesos presupuestarios que incluyen los suntuarios, estableciendo responsabilidades en los que incurren en actos proditorios con los dineros del contribuyente, que es el pueblo, que sostiene al gobierno e insufla razón de ser al Estado.

También sugiere la incorporación al tren gubernamental de figuras nuevas, inclusive extrapartidos, algo muy difícil de conseguir por el presidente Mejía a menos de siete meses de las elecciones que cambiarán al Poder Ejecutivo.

Relega a la conciencia del gobernante la cuestión espinosa y la jalda arriba de su respostulación, acotando que hay quienes creen que si depone esa actitud, repercutiría altamente la paz social, insinuando con su método de parábola clásico, que la reelección es la fuente de perturbación número uno del país.

Radica en la desconfianza que generó la quiebra de tres bancos la evasión alta de recursos que muchos dominicanos han repatriado cambiando pesos por dólares y encareciendo el signo monetario dominicano 43 x 1, nunca visto en la historia, y la tendencia es alcista y la moneda norteamericana, aún así, no aparece fácil.

No obstante la vertical verdad de todo lo expuesto, la Conferencia del Episcopado Dominicano fue epidérmica, y no se adentró en describir las causas que han originado estas crisis, la económica, y la política, aunque de esta última, precisó que radica en la repostulación presidencial.

La causa de la crisis económica nacional tiene sus raíces en que el gobierno actual, y el anterior también, conocían de los informes regulares remitidos por la Junta Monetaria como de la Superintendencia de Bancos que especificaban los desajustes del Banco Intercontinental, Bancrédito y Mercantil, y los dos gobernantes nada hicieron para detener esas anomalías graves que al final todos los contribuyentes pagaremos y que reportan RD$55 mil millones Baninter, RD$30 mil millones Bancrédito y RD$6 mil millones el Mercantil, es decir, RD$91 mil millones, o el Presupuesto Nacional de Egresos.

A esa irregularidad permitida es mantener añadir unos RD$10 mil millones en que el presidente Mejía incurrió para el montaje de los harto cuestionados Panam 2003, es decir, RD$101 mil millones, causante identificable de los graves desajustes económicos que sufrimos, con el deterioro de los pobres y el descenso del peldaño de clase media a pobre.

Esa suma respetable, muy difícil de cubrir aún con la emisión de inorgánicos, que el FMI prohíbe como condición sine qua nom para suscribir un acuerdo con cualquier país,será más allá de éstas, y la sensatez más elemental señala que con una brecha económica tan ancha, resulta imposible vender la reelección a los dominicanos, conocedores todos de no solamente la magnitud del pecado incurrido, sino que los endeudamientos externos, el neoliberalismo, los nuevos desajustes presupuestarios, se extenderían por cuatro años más, y nadie ni es tonto ni masoquista.

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