Productores de cemento han iniciado un proceso para incorporar iniciativas de producción limpia, como el cambio de fuentes de energía, que contribuyan al mejoramiento ambiental de ese sector y la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, principales causantes del cambio climático.
De seis cementeras que hay en el país, solo una usa energía limpia. Las demás han manifestado interés de cambiar el uso de combustibles fósiles. Para el objetivo ayer recibieron un seminario sobre el Mecanismo de Desarrollo Limpio, auspiciado por el proyecto Carbono 2012 del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) y el Consejo para el Cambio Climático y el Mecanismo de Desarrollo Limpio (CNCCMDL).
La producción de cemento registra un gran consumo de combustible de horno y energía eléctrica, por lo tanto es responsable de la emisión de dióxido de carbono a la atmósfera.
Moisés Álvarez, viceministro del CNCMDL, destacó que si las cementeras logran emigrar a gas natural o biomasa reducen la contaminación del aire.
Mientras Karol Franco, oficial de Carbono 2012, recordó que a través del Protocolo de Kyoto, por cada tonelada de dióxido de carbono que se deja de emitir se obtiene un crédito, que actualmente es de 10 euros. Es, por tanto, una producción más limpia, genera recursos y sobre todo preserva el ambiente, dijo.