Las comunidades  y el turismo

Las comunidades  y el turismo

Marinarina Ginebra de Bonnelly
La tendencia moderna de la industria turística es la de implementar políticas que incorporen a las comunidades en los beneficios económicos generados por esta actividad.
El turismo no es necesariamente la solución para resolver todas las penurias económicas de una región, pero si está comprobado que puede ser una fuente importante de crecimiento económico, protege el medio ambiente y eleva la cultura tradicional en zonas rurales con poco desarrollo social y humano.

En nuestro país existan zonas rurales, tales como Bávaro y Punta Cana, que sus residentes han sabido aprovechar el auge del turismo, elevando de manera significativa su nivel de vida tanto en lo económico, en lo cultural como en lo social. Esto así como consecuencia de un desarrollo impulsado y sostenido por el sector privado a través de una infraestructura turística (aeropuerto internacional, nuevas carreteras, hoteles, escuelas, acueductos, recogida de basura, etc.) que no solo ha conllevado a la creación de puestos de trabajo sino también importantizando el entorno a través del rescate y fortalecimiento de valores culturales de la región además de contribuir a mejorar los servicios sanitarios, de agua, basura y otros no menos importantes, todo para beneficio de la población de esas áreas.

Es lamentable que existan otras zonas que aún no han sabido aprovechar las ventajas que ofrecen los recursos provenientes del turismo, quizás por falta de interés o quizás por falta de organización del sector privado que no se ha integrado para orientar y concientizar a los residentes del lugar, de cómo beneficiarse de esta cuasi-imprescindible industria del turismo para el desarrollo del país.

Los comentarios precedentes vienen al caso luego de haber leído en este periódico la reseña sobre la tarea que ha emprendido la Secretaría de Estado de Medio Ambiente con la celebración del Primer Encuentro Nacional de Unidad de Gestión Ambiental Municipal. Se me ocurre que esta gestión ambiental se debe integrar la Secretaría de Turismo, la cual puede orientar a los ayuntamientos sobre como aprovechar los recursos de su localidad (cultura, folclor, naturaleza, historia) para atraer el turismo, en beneficio (económico y social) de sus habitantes, elevando así la calidad de vida. Es decir lograr una integración de todos los sectores (público y privado) en cada municipio como son las autoridades municipales, policiales y de Medio Ambiente, gobernadores provinciales, representantes en las cámaras legislativas y ciudadanos prominentes de esas localidades tales como empresarios, comerciantes y agricultores.

Un buen principio sería preparar un estudio que recoja todo lo que cada región puede brindar al visitante, ofreciendo así a los nativos, las herramientas para ofertar un producto turístico de calidad para su venta. Un verdadero turismo rural comunitario que en términos modernos encierre las modalidades de turismo que puede ofrecer una determinada zona como sería: turismo de aventura, ecoturismo, turismo cultural, étnico, educativo, agroturismo, gastronómico, deportivo y religioso.

Me atrevo a asegurar que nuestros pueblos se habrán de convertir en destinos atractivos a visitar, no solo por extranjeros sino por los mismos dominicanos en búsqueda de esparcimiento en los días de asueto.

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