Las construcciones y la ciudad

Las construcciones y la ciudad

Leonardo Díaz Jáquez


La ciudad de Santo Domingo, y de manera particular lo que se conoce como el Polígono Central, es presa de las construcciones de edificios en calles y avenidas que complican mucho más el tránsito vehicular y la vida de los vecinos que habitan en esa zona; todo eso amparado con permisos del Ayuntamiento y de la Digesett, que cobran sus respectivos arbitrios. Esta situación ocurre también en otros sectores y ciudades.


Para muestra un botón… o dos:
En la calle Euclides Morillo esquina Camino Chiquito, Arroyo Hondo Viejo, por más de un año están construyendo un complejo habitacional que cuando vierten hormigón o descargan materiales ocupan gran parte de la vía, ocasionando largos tapones, y los vecinos están “al grito” con el polvo que generan.


En la ave. Abraham Lincoln esquina calle Andrés Julio Aybar se está en proceso de construir un monumental edificio para lo cual tienen estacionados de manera permanente 3 grandes furgones convertidos en oficinas en la calle citada, eso sumado a la ocupación de la avenida con los camiones de hormigón y/o cuando descargan materiales.

Su construcción estimo será por varios años. ¿Por qué la compañía que construye ese edificio no alquila oficinas en las inmediaciones si se requiere que para su dirección deban estar muy cerca del mismo, y así dejan la vía libre a los ciudadanos?


He hablado al respecto con ingenieros; algunos entienden que hay maneras de evitar las situaciones indicadas anteriormente, otros lo ven muy difícil, casi imposible. Es probable que estos últimos entiendan que cualquier cambio elevaría los costos y habría que modificar el sistema de construcción actual. Por supuesto que los cambios conllevan innovación y adoptar nuevas técnicas, que no siempre implican aumento de costos, pudiera haber economías, que la rutina a veces no permite ver.


Para avalar que sí se puede construir afectando al mínimo la convivencia de la ciudad ilustro este artículo con una foto de una construcción que se llevó a cabo hace unos 10 años frente a la emergencia del Massachusetts General Hospital, Boston, EE.UU., que como podemos ver, utilizaron el mismo tipo de equipos que emplean las compañías e ingenieros dominicanos.

Como se podrá observar, en vez de estacionar grúas y hormigoneras en la calle, lo hacen dentro del solar de la construcción. ¿Es imposible hacer eso aquí? Por ejemplo, en Puerto Rico vacían hormigón de 4:00 a 9:00 a.m., entre otras razones porque, en adición a afectar la convivencia de la ciudad, en horas más calientes el hormigón fragua diferente y puede afectar su resistencia. ¿No es válido aquí? En mis viajes por diferentes países nunca he visto la situación que planteo.


El Ayuntamiento del Distrito Nacional debe analizar este problema y dictar normas pues la ciudad no puede estar a merced de lo descrito. A veces siento que por la intervención de otras instituciones del Gobierno, el ADN y otros ayuntamientos, no tienen conciencia de que son los rectores de sus respectivas ciudades y deberían ser los únicos con autoridad para incidir en sus demarcaciones. Por favor, tomen carta en este asunto que tanto afecta a la ciudadanía.

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