Las contradicciones en valoración Gobierno reflejadas en sondeo

Las contradicciones en valoración Gobierno reflejadas en sondeo

Uno de los hechos más sorprendentes para un lector de opinión pública es encontrarse con las contradicciones en las que incurre el entrevistado, o bien con lo que aparenta ser contradictorio. La opinión pública hace precisamente eso, revelar aspectos ocultos del mapa valórico y el comportamiento de los ciudadanos.

En la aprobación de gobierno encontramos una de estas aparentes contradicciones. Este indicador no dice relación con la queja para quién se gobierna ni cuán representado se siente. La evaluación de gobierno se refiere a la capacidad (relativa) del gobierno de turno de entregar beneficios, mejorando la posición relativa de cada cual en la sociedad.

Un gobierno puede ser de oposición para el que responde pero será aprobado si por ejemplo, da bonos a la persona que responde. Esta sigue pensando que no está representado en el Congreso, ni en el gobierno pero reacciona positivamente a ese bono.

El presidente Danilo Medina tiene la más alta aprobación de la región, con un 82% de ciudadanos que lo aprueba, en el mes de enero de 2015. Es la más alta aprobación de gobierno que haya tenido presidente alguno en esta serie desde 2004.

Esto es más alto que la medición de 2013 y más que el doble que su antecesor, La década pasada fue denominada la de los hiperpresidentes porque habían muchos presidentes con estos porcentajes de aprobación.

Esta es la década de las protestas, de la hiperparticipación en que coinciden con una menor aprobación de los gobiernos, como muestra la evolución histórica del promedio de la región que ha bajado 13 puntos porcentuales entre 2009 y 2015 (de un 60% a un 47%).

Al mismo tiempo vemos que la aprobación de gobierno en República Dominicana estuvo por debajo del promedio de la región entre 2007 y 2011, asunto que cambia drásticamente con la llegada de Danilo Medina. En un contexto de alto nivel de critica de los ciudadanos a los gobernantes, como fenómeno que sucede en toda la región, la aprobación del gobierno del presidente Media es una total.

Integridad electoral. La percepción de limpieza en los procesos electorales en República Dominica ha mejorado notablemente desde el año 2006, cuando solo un 36% de los ciudadanos consideraba las elecciones limpias.

En la medición de 2015 esta cifra ha llegado a un 56% y si bien el país aún está por debajo de Uruguay, Chile, Costa Rica, Ecuador y Argentina, la tendencia resulta muy positiva para darle legitimidad a las elecciones dominicanas.

Congruente con la positiva percepción de limpieza en las elecciones, existe en República Dominicana un positiva evaluación del trabajo de la institución electoral.

Un 56% de los ciudadanos califica como “buena” o “muy “buena” la labor que ejerce la Junta Electoral Central, superado solo por dos países con amplia tradición electoral en América Latina, como son Uruguay y Costa Rica. Este porcentaje se ubica también por sobre el promedio regional (47%).

El perfil de los que evalúan Junta Electoral Central dominicana es bastante claro. Son mujeres con al menos educación secundaria. Por otro lado, la peor evaluación de la JCE se encuentra entre los hombres con educación superior.

Al cruzar la evaluación de la JCE con la satisfacción con la democracia no encontramos relación alguna. El 77% de quienes evalúan bien el desempeño del organismo electoral y el 76% de quienes evalúan mal su desempeño están satisfecho con la democracia. Por lo tanto, la satisfacción con la democracia no se explica por la evaluación que la ciudadanía hace de la institución electoral.

Como veíamos más arriba, la insatisfacción con la democracia esta más anclada en la queja de representación del sistema político, no del acto electoral que tiene buena evaluación. Sí hay una relación, bastante esperable, entre la percepción de elecciones limpias o fraudulentas y la evaluación de la JCE.

Entre quienes evalúan positivamente a este organismo, un 63% señala que las elecciones son limpias y solo un 32% las considera fraudulentas. En tanto, entre quienes evalúan mal a la institución electoral, un 49% cree que las elecciones son fraudulentas y un 46% cree que son limpias.

Hay una evaluación positiva de casi la mitad de la población sobre la JCE, a pesar que esas mismas personas creen que las elecciones fueron fraudulentas.

Es decir, no se refieren al fraude del proceso electoral o del conteo que es avalado por la JCE, sino más bien a la forma de competir, a la forma de representar. No olvidemos que un alto porcentaje no se siente representado, como veíamos más arriba.

A medida que aumenta la edad disminuye la evaluación positiva de La Junta Central Electoral. Entre los 18-25 y 26-40 alcanza el 59% y 58% respectivamente. Mientras que entre los 40-60 y 61 llega solo al 50% y 49% respectivamente. Son las generaciones más jóvenes las que más aprecian el rol de la JCE.

La evaluación de la JCE tiene diferencias muy interesantes según la posición de la ciudadanía en la escala izquierda derecha: un 49% en la izquierda, un 57% en el centro y un 60% en la derecha que evalúan bien a la referida entidad. Es decir, hay una evaluación ideológica de este organismo. Los dominicanos de más de 60 años y los que se ubican en la izquierda son los que menos aprecian el rol de esta. Por el contrario, los más jóvenes y los que están en el centro y la derecha son los que mejor la evalúan.

Confianza. Como mostramos en el Informe Latinobarómetro 2015 América Latina es la región del mundo más desconfiada de la Tierra. Ese es el punto de partida. La estructura de las confianzas es lo que hay que tener en cuenta en todo momento del tiempo en la región.

A continuación analizaremos las confianzas, primero la confianza interpersonal, luego la estructura de todas las confianzas para luego entrar al detalle de las principales instituciones de la lista, comenzando por aquella en que existe más menos confianza, seguida de las principales instituciones de la democracia.

Confianza interpersonal. La confianza interpersonal en la República Dominicana ha seguido una trayectoria diferente a la del resto de América Latina entre 2004 y 2015.
Mientras en el promedio la región fluctúa 12 puntos, entre 14% en 2004 y 22% en 2006 y 2011, en el país fluctúa 24 puntos porcentuales, entre el mínimo de 13% en 2015, y 37% en 2006.

En otras palabras República Dominicana es una excepción en la región, porque logra aunque sea por un corto período de tiempo, quebrar la barrera de la desconfianza interpersonal, aumentando muy significativamente los niveles de confianza entre los dominicanos.

En el año 2008 más de un tercio, el 37% de los ciudadanos, decía que se podía confiar en las otras personas. Ese mismo año, solo el 21% de los latinoamericanos señalaba lo mismo.

Entre 2008 y 2011 no bajó del 30%, pero luego disminuye a menos de la mitad entre 2011 cuando alcanza 36% y 2013 cuando llega a 16% para luego seguir cayendo a 13% en 2015.

Mientras la aprobación de gobierno está en el techo arriba del 80%, la confianza en el piso con un mínimo histórico de 13%.

República Dominicana en 2015, es así el tercer país más desconfiado de América Latina después de Brasil ( 7%) y Costa Rica (11%).

Confianza en instituciones. Como sabemos la confianza interpersonal recién analizada es el piso de todas las confianzas. La estructura de confianzas de la región y del país está en directa relación con la falta de confianza interpersonal.

Al igual que para el promedio de la región la institución que recibe más confianza por parte de los dominicanos es la iglesia, con un 79%, 10 puntos porcentuales más que en América Latina.

Sabemos por el informe Latinobarómetro sobre la religión que en República Dominicana el 65% de los dominicanas señala ser católico. Es uno de los países de la región donde la religión Católica es la más dominante, es decir hay una homogeneidad religiosa excepcional respecto del resto de la región. Le sigue los estudiantes con un 78% de confianza por sobre el promedio de la región y en tercer lugar aparecen los bancos con un 59%.

La institución electoral y los medios de comunicación están cuarto lugar con un 55%. Similar nivel de confianza recibe la televisión se ubica en seguida con un 54%.

En estas instituciones es donde los dominicanos marcan mas diferencia de confianza con el resto de América Latina. Con la excepción de los sindicatos y la policía, los dominicanos confían más en las instituciones medidas que el promedio de la región para cada institución.

La institución menos confiable en República Dominicana es la Policía con un 27%, nueve puntos por debajo del nivel de confianza que recibe esta institución a nivel regional. Le siguen los sindicatos con un 28%, apenas un punto porcentual más que la región y los partidos políticos con 30%, 10 puntos porcentuales más que el promedio de la región.

El caso del gobierno es digno de destacar. A nivel latinoamericano la confianza en el gobierno alcanza un tercio (33%), pero en República Dominicana se empina 20 puntos por sobre esa cifra y llega a 53%.

Los niveles de confianza en República Dominicana son mayores que en la región, reflejando que ese país ha tenido períodos sustantivos de más altos niveles de confianza interpersonal, con un piso mayor de interacción entre sus ciudadanos, que el resto de la región.

La confianza en la Iglesia. En el informe sobre las religiones constatamos la distancia del posicionamiento de la Iglesia Católica en primer lugar, pero también de las otras religiones, en Centro América respecto de Sudamérica y México.

Es por ello que al comparar la confianza en la Iglesia con el promedio de toda la región la distancia es tan grande. Como mencionamos más arriba la religión Católica es la más dominante en República Dominicana.

En el año 2004 la distancia es de 13 puntos porcentuales entre República Dominicana (84%) y el promedio de la región (71%). Esta distancia se mantiene alta (8 puntos porcentuales) hasta 2007 cuando la confianza cae abruptamente 18 puntos de 82% a 64% en 2008, dos puntos porcentuales debajo del promedio regional.

En 2013 la confianza en la iglesia se recuperó para llegar a su nivel máximo: 84%. En 2015 baja nuevamente 5 puntos porcentuales a 79%, volviendo a tener 10 puntos porcentuales más que la región (69%).

La confianza en la Iglesia Católica se recupera en casi toda la región con la llegada del Papa Francisco, después de la caída que sufrió en el mundo entero por los escándalos de pedofilia entre otros problemas, lo que se observa en mayor magnitud en República Dominicana por la importancia de esta iglesia en el país. (Fuente: Latinobarómetro).

Publicaciones Relacionadas

Más leídas