Las convenciones internas del PLD,
entre el vaivén de las quejas e irregularidades

Las convenciones internas del PLD,<BR>entre el vaivén de las quejas e irregularidades

POR LEONORA RAMÍREZ S.
En ninguno de los anteriores certámenes internos del PLD, la descalificación del contrario había sido tan feroz como en el proceso para la nominación presidencial del 2008.

En el día de hoy el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) realizará su convención para elegir al candidato presidencial. El presidente Leonel Fernández y Danilo Medina se disputan ese puesto, en medio de una campaña caracterizada por los ataques implacables que alcanzan las líneas de la deslealtad o la denuncia de uso inadecuado de los recursos del Estado.

De cómo concluya ese proceso en términos de transparencia e institucionalidad habrá que esperar unos días, pero las evaluaciones de otras convenciones demostraron irregularidades y clientelismo, de acuerdo con los resultados del VI Congreso Ordinario Nacional realizado en diciembre del 2000.

Una reseña del periódico HOY del 17 de diciembre de ese año establece que, organismos del PLD consideraron –en la referida actividad- que durante la campaña interna para escoger al candidato presidencial entre Medina y Jaime David Fernández Mirabal hubo clientelismo, violación de los lineamientos y de los principios porque se compró la voluntad de muchos militantes.

 “La elección interna del candidato presidencial fue una sorpresa para la mayoría, porque se violaron los métodos del partido, se cayó en el pragmatismo, se introdujo el individualismo, el populismo y el clientelismo”, según la consideración del Comité Intermedio Antonio Duvergé.

En esa ocasión Medina resultó ganador, pero el triunfador en los comicios generales fue Hipólito Mejía, el candidato del Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Pero antes de esa convención, específicamente en la década de 1990, el tema de las postulaciones vicepresidenciales, congresionales y municipales arrastró algunos lodos por las desavenencias entre precandidatos.

La selección de José Francisco Hernández como candidato vicepresidencial, en 1990, provocó cierto disgusto en la entidad política, ya que su postulación no era esperada y Bosch la anunció en un acto del Comité Político, según las reseñas periodísticas que además destacan que aspiraban a esa nominación José Joaquín Bidó Medina, Eduardo Selman y Vicente Bengoa.

LAS REGLAS PARA 1994

Para los comicios de 1994 el Comité Central sugirió a la Comisión Electoral que adopte medidas drásticas contra quienes hicieran campaña a favor o en contra de los candidatos.

La medida se dispuso por los enfrentamientos entre partidarios de los precandidatos Félix Jiménez, Norge Botello, Julián Ramia, Ramón Fadul, Ramón Ventura Camejo, Francisco Vásquez y Daniel Espinal.

En lo concerniente a los precandidatos vicepresidenciales los aspirantes eran Fernández, Bidó Medina y Lidio Cadet. Durante ese proceso convencional los diarios consultados no verificaron pugnas.

Fernández fue proclamado el 7 de octubre de 1993, luego de haber obtenido 336 votos  de los 369 emitidos.

Para las elecciones presidenciales de 1996, organizadas como parte de un acuerdo para resolver la crisis política que provocó el fraude electoral en contra de José Francisco Peña Gómez, candidato del PRD, el PLD inició por primera vez una convención sin la participación de Bosch.

Los candidatos de entonces eran Euclides Gutiérrez Féliz, Norge Botello y Fernández, quienes fueron seleccionados por 93 miembros del Comité Central.

Para ese certamen se elaboró un reglamento interno a través del cual se realizaron asambleas provinciales, se estableció que los candidatos no podían hacer alusiones directas ni indirectas contra sus contrincantes.

Pero además, el 18 de enero de 1995 Cadet, secretario general del partido, anunció que los precandidatos no podían realizar campañas proselitistas, para detener las intenciones que pretenden dividir a esa organización.

El certamen concurrió sin diatribas, y el 24 de abril de 1985 la Comisión Electoral dio como ganador a Fernández, quien obtuvo más del 93% de los votos.

EL VOTO UNIVERSAL

En diciembre del 2001 el PLD realizó una convención para seleccionar a sus candidatos congresionales y municipales, y las denuncias de irregularidades caracterizaron ese proceso.

De hecho, Eduardo Selman, precandidato a Senador del Distrito Nacional, habría presionado para que no se emitieran los primeros boletines oficiales, los cuales daban como ganador a José Tomás Pérez, según una crónica de El Nacional publicada el 12 de diciembre del referido año.

Pero también denunciaron la alteración de resultados precandidatos de El Seibo y La Romana, y los de Montecristi pidieron la anulación de las elecciones.

En el 2003 el PLD introdujo el voto universal y secreto, así como la libre inscripción de los candidatos. En esa contienda participaron Fernández, Fernández Mirabal, Julián Serulle, Miguel Solano y Andrés Blanco Fernández.

En ese proceso se presentaron muy pocos conflictos, porque ante el descalabro económico del gobierno del ex presidente Hipólito Mejía, sumado a las intenciones reeleccionistas de éste, Fernández aparecía como el candidato con mejores posibilidades para derrotar al Partido Revolucionario Dominicano (PRD).

Sin embargo,  a menos de una semana de la convención hubo un resquemor en la seccional de Nueva York, por la designación de Francisco Fernández en la Comisión Electoral, quien estaba vinculado a la precandidatura del Presidente Fernández.

El 29 de junio del 2003 el PLD realizó su primera convención con el voto universal y secreto, en la que se tenía proyectado el sufragio de 863,015 miembros en 1591 centros.

Sin embargo, tanto Fernández Mirabal como Franklyn Almeyda plantearon que el padrón que se utilizaría presentaba algunos problemas.

El 2 de julio concluyó el conteo y Fernández obtuvo el 87.19% de los votos (416,102 sufragios); Fernández Mirabal un 12.32% con 58,807 votos; Serulle un 0.3% con 1,437 sufragios; Blanco un 0.12% con 599 votos, y Solano un 0.5% con 250 votos.

EL ESCENARIO EN 1999

Prohibida la reelección presidencial el PLD tenía que seleccionar a sus candidatos para la contienda del 2000. Fernández Mirabal (entonces vicepresidente de la República)  y Medina polarizaron la lucha, y aunque se tenía la percepción de que el primero aventajaría al segundo, en los hechos se produjo lo contrario. En esa contienda compitió además Félix Jiménez, pero éste se retiró antes de las votaciones.

LAS QUEJAS DE LAS CONGRESIONALES DE 1998

En 1998 el PLD era el dueño de las candidaturas, es decir, como no existía el voto universal era el Comité Central el que elegía los candidatos que seleccionaban los organismos, pero además el Comité Político se reservaba una cuota de un 20% para los mismos fines.

En ese proceso la crisis afloró por el temor de algunos precandidatos de ser despojados de sus posiciones. De hecho, el dirigente Félix Jiménez declaró a HOY el 14 de enero de 1998 que se oponía a que “los candidatos elegidos por las bases sean despojados de sus candidaturas”.

Los resultados de las primarias celebradas el 5 de agosto de 1997 provocaron disputas y solicitudes de anulación del proceso, por las alegadas irregularidades que se habrían cometido.

En esa etapa el PLD seleccionó 2,120 precandidatos, de los cuales 511 se disputarían las senadurías  y 1,609 las diputaciones y regidurías. Un elemento que incrementó las tensiones fue el de las cuotas que debían recibir los partidos que apoyaban al PLD.

UNA EXPLICACION A ESA CRISIS

José Antinoe Fiallo, quien formó parte del PLD hasta 1982, cuando fue expulsado, tiene una explicación para la renovación del liderazgo en ese partido y para la consecuente lucha de poder del presente.

“Cuando los liderazgos secundarios con pretensiones carismáticas entraron en crisis, hubo un período relativamente prolongado de creación de condiciones favorables a Fernández, por diversos factores internos y externos y a partir de la transformación interna del PLD en un partido conservador.

“El liderazgo de Fernández se construyó en una combinación de aparatos partidarios manipulados (centrados en Medina) e imagen exterior (Fernández) lo que era una construcción con contradicciones en proceso o potenciales que no descartan negociaciones a partir de la visión pragmática, conservadora y oportunista de Bosch”.

LAS GARRAS DEL 2007

En ninguno de los anteriores certámenes internos del PLD la descalificación del contrario había sido tan feroz como en el proceso para la nominación presidencial del 2008. Mientras Medina cuestiona la administración de Fernández (de la que él formó parte), el mandatario lo califica de desleal cuando utiliza términos como “serruchar el palo”. El descontento entre ambos dirigentes se vincula al inclumplimiento, de parte de Fernández, de un acuerdo en el que éste cedería el turno a Medina para el 2008, y en la inconformidad del Presidente por la decisión del ex secretario de la presidencia de enfrentarlo internamente.

José Tomás Pérez era el tercer precandidato peledeísta, pero el 26 de abril de este año anunció su apoyo a Fernández, lo cual fue considerado por Medina como “crónica de una muerte anunciada”.

 

 

 

 

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