Las convenientes mutaciones de rojo a verde

Las convenientes mutaciones de rojo a verde

EI derrumbe del Muro de Berlín, y la posterior desaparición del régimen comunista de la Unión Soviética y de sus satélites europeos en 1991 y años siguientes, marcó el inicio del impactante proceso de mutación ideológica, y hasta conveniente para la Tierra, cuando los disciplinados, aguerridos e intransigentes marxistas abrazaron la causa de defensa del media ambiente.

EI tránsito de rojo a verde permitió a miles de seres en todo el planeta volver a tener una razón para enfrentar al capitalismo salvaje y mantener un clima de zozobra y discordia que asegurara una beligerancia que habían perdido cuando ya el comunismo deja de ser el panacea y la vía para encontrar la felicidad e igualdad.

La agresividad y poder militante de los nuevos verdes fue de tal naturaleza, que en sus ataques a los sistemas políticos imperantes en el mundo, influyeron para que los terrestres se sintieran culpables de su existencia por estar dañando el medio ambiente. Hasta desearon morir para que el planeta fuera de nuevo un paraíso como lo describía la Biblia en los tiempos de Adán y Eva.

La gravitación de las fuerzas medio ambientalistas en todos los países constituye un elemento de disuasión para que la voracidad empresarial sea más comedida en sus ambiciones, y al menos, procurar obtener sus ganancias en un ambiente que se proteja el entorno del cual extraen sus beneficios, en especial cuando se trata de operaciones de herir en su vientre la corteza terrestre.

El socialismo verde se ha extendido por todo el continente americano. Casi todos los gobiernos de tendencia de la nueva izquierda socialista han abrazado la causa de la defensa del medio ambiente, a su conveniencia, ya que miran para otro lado cuando se trata de explotar la región amazónica o las selvas del Orinoco.

Los dominicanos no podíamos escaparnos de ese traslado de los marxistas de los 90 hacia los medio ambientalistas del siglo XXI. Su militancia en sus actividades reflejan el espacio que poco a poco han ido logrando para exponer sus pareceres, con tanta vehemencia, aplastan a quienes se les oponen. Al menos se ha creado conciencia y es una condición indispensable para todo proyecto conocer el impacto al medio ambiente de manera que el mismo permita asegurar la vida en el entorno de la obra a construirse.

Ha causado extrañeza y suspicacia la forma tan agresiva de los verdes en la defensa de los Haitises en el medio de una lucha inter empresarial de intereses para que no se instale la cementera en los bordes de ese parque tan esencial para la vida de la región oriental.

Los argumentos esgrimidos por los verdes, con la agresividad en sus exposiciones opuestos a la cementera, y los defensores de esa instalación, mucho más ponderados y razonables, nos dejan sentir que el buen juicio se ha perdido, pero se llega a entender que el aprovechamiento industrial de la caliza de la zona no afectaría el medio ambiente como proclaman los opositores. Lo peligroso y devastador sería el transporte del cementa por la vía Juan Pablo II, ya que su pavimento se dañaría y sería necesario una vía alterna.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas