Basta sumar la inversión pública y comparar con aumento de la deuda
El presidente Luis Abinader Corona tiene claro los siguientes temas. Uno, tuvimos una caída del PIB inédita, brutal, sin precedente histórico en enero-junio, aunque nadie conoce el futuro, la tarea, nuestro mejor escenario para 2020, es regresar el PIB al nivel de 2019, lo que implicaría un crecimiento neutro.
Dos, la buena marcha del consumo de las familias y la inversión de las empresas, es clave para acelerar el crecimiento y pagar la deuda pública. Por ello, aunque las cuentas fiscales no están claras, con lo que se topó es para enturbiar ánimos, extendió hasta diciembre los programas Fases, Quédate en Casa y Pa Ti, ayudas a trabajadores que se quedaron sin trabajo y a familias pobres. Contribuye a que la demanda nacional, que representa 80% del PIB, coja el ritmo acostumbrado.
Tres, para pagarlos, alrededor de RD$58,000 millones, parecido al gasto hasta junio, tendrá que actuar como uno de esos equilibristas que intentan cruzar dos rascacielos caminando por el aire sobre un alambre, evitando caer de un lado o de otro, o que la cuerda se rompa. Los cubrirá con ahorro por aquí y por allá, a diferencia del gobierno anterior que los financio con RD$14,000 millones de la Reserva Técnica, RD$12,000 millones prestados por el Banco Central y US$250 millones del Banco Mundial, entre otras fuentes.
Cuatro, la repentina flojera de la economía desde marzo y hasta junio, mermo los ingresos por impuestos, junto al mayor gasto sanitario, deterioro la marcha de las cuentas públicas, hasta el punto de que se corre el riesgo de que el déficit se desvíe hasta la horquilla entre 5.5% o 6.0% del PIB en 2020. Una desviación de las cuentas públicas entre RD$139,749 millones y RD$164,749 millones, 3.1% y 3.6% del PIB, respecto a RD$110,251 millones, un 2.4% del PIB, aprobado a comienzo de año.
Cinco, el estado de las finanzas es la peor herencia recibida por un gobierno surgido en las urnas, podría terminar el año colocando títulos de deuda pública en dólares y pesos nada menos que por RD$397,204.5 millones, el 8.7% del PIB del 2019 o 9% del de 2020 si retrocede un -2% como pronostican Organismos Internacionales y empresas calificadoras de riesgo. El financiamiento bruto, que en el presupuesto original era de RD$246,295.8 millones, por el Covid-19 aumenta en RD$150,908.7 millones.
Seis, el elevado financiamiento bruto total (RD$397,204.5 millones) se explica solo en parte por el fuerte desequilibrio presupuestario del año, que requiere emisiones de títulos de deuda, los RD$147 mil o RD$122 mil millones restantes, el 3.2% o 2.7% del PIB, corresponden a títulos que vencen, no queda más remedio que refinanciarlos y rezar para que los tipos de interés no suban.
Y siete, para devolver la deuda, es necesario generar superávit primario y conseguir tasas nominales de crecimiento del PIB superiores al costo de la deuda, que se multiplico por dos entre 2012 y junio 2020, de US$19.463.3 millones, un 32% del PIB, a US$38,574.8 millones, un 47.5% del PIB.
Sabe por qué aumentó, desconoce para qué fue el endeudamiento, incógnita que debe despejar. Basta con sumar la inversión pública del periodo y compararla con el incremento de la deuda, para concluir que un alto porcentaje no se utilizó para inversión pública.