Las Cuevas de Chicho
un diamante en bruto

Las Cuevas de Chicho <BR>un diamante en bruto

La Romana,  Bayahíbe. Cuando se habla de turismo en  República Dominicana,  se piensa  en la alegría de su gente,  extensas playas de arenas blancas y limpias, sol,  cocoteros… Pero la verdad es que esta parte de la isla es mucho más: es saltos, senderos, cuevas y otros destinos poco explotados y explorados. Como el caso de las Cuevas de Chicho, que se esconden  al final del sendero Padre Nuestro en el Parque Nacional del Este, en Bayahíbe.

El lugar es un diamante en bruto que se divide en Chicho uno y Chicho dos y que ya está en la mira de empresas privadas, el Gobierno y la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID)  en la persona de  Jarry Bauer, para ser acondicionado como un destino turístico sostenible y seguro para  extranjeros y nacionales. 

“Estamos trabajando para convertir estas cuevas en un lugar digno de ser visitado, pero sin alterar su fauna y su flora”, explicó Bauer.

Un tesoro del Parque del Este.  Luego de recorrer por unos diez minutos un camino en mal estado  de poco más de ocho metros de ancho, debemos confesar que aquel viaje valió la pena, pues fuimos recibidos por el “silbido  sinfónico” de las aves que allí habitan. Al bajar a la cueva  se ven docenas de murciélagos de un lado a otro formando una cortina negra que se deja refrescar por  las lloviznas que producen las aguas turquesas que reposan al fondo de aquella inmensa caverna. Esa fuente suple de agua potable a toda la comunidad de Bayahíbe.

En la actualidad las cuevas son  frecuentadas principalmente por personas de la zonas aunque desde hace un tiempo la mayoría de las  familias que se asentaron en  el lugar, fueron ubicadas en otros espacios. Otros sin embargo no han querido abandonar el área.

Bauer plantea que los residentes cercanos podrían ser parte del proyecto, vendiendo artesanía y recuerdos a los turistas.

Proyecto.  Durante la “Jornada de difusión, avances y herramientas tecnólogicas del proceso de autorizaciones medio ambientales”, organizada por el  Ministerio de Ambiente, en Bayahibe, Jarry Bauer presentó los planos de lo que sería este espacio en un futuro.    

Dentro de los planes para convertir estas cavernas en un espacio turístico están:  remozar el centro de visitantes, hacer una entrada en piedra, que evoque aventura, señalizar el sendero.

Pero además de esto el  gran reto de  quienes  están detrás de este proyecto turístico  es crear conciencia para que tanto  lugareños como visitantes se  vuelvan defensores de la fauna y flora del lugar.

Jarry Bauer

Ciudadano del mundo

Su verdadero origen es norteamericano, sin embargo su trabajo en la USAID, lo ha llevado a diferentes destinos  de Centro América y el Caribe. Razones muy poderosas lo unen a nuestro país, como por ejemplo que desde hace 25 años está casado con Bienvenida Bauer una orgullosa dominicana. 

Bauer está convencido de que si se crean las condiciones adecuadas este espacio turístico será un destino muy visitado. “La visita a la cuevas es un día inolvidable”, aseguró.

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