Las Cuevas de las Maravillas

Las Cuevas de las Maravillas

POR BINGENE ARMENTEROS
Las Cuevas de las Maravillas originalmente conocidas como las Cuevas del Jagual (por la fruta de jagua que crecía en sus orillas) son como lo dice su nombre, una verdadera “maravilla.” Están localizadas camino a La Romana saliendo desde Santo Domingo, después del puente del Soco. El costo de la vista es de RD$ 200 por persona y RD$ 50 los niños.

Los miércoles y los viernes las cuevas están llenas de visitas. Los miércoles por los tours de cruceros y los viernes con colegios. Por esto es recomendable que para poder apreciar la grandeza de este lugar se visite en otro día y según los guías preferiblemente en horas de la mañana.

A las cuevas se entra con un guía quien está educado y orientado para dar  las explicaciones necesarias y contestar cualquier pregunta. Antes de bajar a la cueva hay un jardín con la fauna típica del lugar; éste también tiene rocas de coral creadas por las aguas del mar caribeño que hace miles de años con sus aguas saladas bañó esa parte de la Isla. Pasando el huerto se bajan unas escaleras hasta llegar a una de las 6 entradas naturales que tiene la cueva. Aquí explican que de los 800 metros que tiene la cueva sólo 240 están habilitados para el público para preservar el medio ambiente. La boca de la entrada está cubierta por las raíces de los matorrales y si se cierran los ojos uno puede escuchar el canto de los sapos habitantes del área o de las aves que vuelan a su alrededor o del silencio misterioso que penetra en las tinieblas de Las Cuevas de las Maravillas.

“Dip dip dip” se escuchan las goteras de las estalactitas. El aire es húmedo y fresco y la oscuridad en esta parte está alumbrada por las luces que iluminan el camino a seguir.  Las estalactitas y las estalagmitas emergen del techo y el suelo de la cueva creando formas que dejan correr la imaginación. Tan impresionante como el arte creado por la naturaleza en la cueva también existen más de 472 pictografías y 19 petroglifos hechas por los indios tainos desde más de 800 a 1000 años atrás. Estas imágenes fueron autentificadas en 1972 por un arqueólogo dominicano, Marcio Veloz Magiolo. Entre las pictografías se ven imágenes de lechuzas, behíques, culebras, dioses y hasta un rostro que se cree ser un conquistador español.

Las Cuevas de las Maravillas cuentan una parte de la historia de la República Dominicana y sus habitantes. Lo creado por la mano de Dios nos demuestra parte de la historia geológica de la isla y las pictografías y los petroglifos nos dan una ventana a las creencias y rituales de nuestros antepasados.

Visitar las cuevas no es sólo una experiencia educativa, sino también es una experiencia de orgullo. Orgullo por la belleza natural de la República Dominicana, orgullo por la historia indígena, orgullo por los estudios realizados por arqueólogos y exploradores de la Isla, orgullo por que la Secretaría de Estado de Medio Ambiente junto al patronato del Banco Popular pudieron unir la tecnología con lo natural para crear un lugar apto para todo tipo de visitantes. Por que estas cuevas están ambientadas con alta tecnología, un ascensor donado por el gobierno japonés que da acceso a personas incapacitadas, luces de sensores que no se mantienen prendidas para cuidar al medio ambiente, etc. Las Cuevas de las Maravillas debe ser una atracción para los dominicanos así como lo es para los turistas.

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