Las debilidades del
turismo en Puerto Plata

Las debilidades del<BR>turismo en Puerto Plata

Los responsables del turismo, en el polo de Puerto Plata, han estado actuando de forma militante para dar a conocer las dificultades que atraviesa el turismo en la región norte, de los esfuerzos que se hacen para rescatarlo y de las esperanzas que le devolverán el brillo de los años 80.

Puerto Plata es la zona turística que ha contado con mayor inversión del Estado, desde aquellos trabajos realizados para estabilizar la zona de Playa Dorada, construir el aeropuerto, reconstruir la carretera de Navarrete a Puerto Plata, así como convertir la loma Isabel de Torres en un santuario tropical y atracción turística de primera con el funicular. También se remodeló el puerto de forma tímida, se construyó el malecón de la ciudad que junto a la avenida Manolo Tavares Justo le dieron un brillo especial a la ciudad con los hoteles del centro turístico de Playa Dorada, a escasos kilómetros.

Sin embargo, los padecimientos se hicieron sentir, en primer lugar por la codicia de los sectores cuando atracaban los barcos cargados de turistas y sus desbordadas exigencias en cuanto al transporte de turistas desde el puerto o desde los hoteles hacia la ciudad, escenificando desórdenes increíbles. Por eso los promotores borraron a Puerto Plata como puerto de llegada de los buques en sus travesías por el Mar Caribe.

A lo anterior se le unió el deterioro de la infraestructura, dificultándose el acceso por la carretera turística y hasta llegar desde Navarrete. Al menos en los últimos meses se ha reconstruido la carretera hasta Río San Juan, facilitando el viaje a Sosúa, al aeropuerto y a Cabarete.

El turismo, en la costa norte, se ha desarrollado, a pesar de las lentitudes oficiales para resolver las deficiencias crónicas y las de la misma naturaleza, ya que los meses de temporada alta de visitantes, desde diciembre hasta abril, coincide con la época de lluvias invernal, por la frecuente y metódica llegada de los frentes fríos desde el continente americano.

Han sido muy valientes los promotores del turismo de la región norte, así como los empresarios establecidos en torno a la actividad.

De ahí que el cierre de tiendas y de hoteles revela un declive preocupante de tantas inversiones en que es necesario aplicar novedosas atracciones que impidan el colapso de los hoteles y buscar soluciones para conservarlos.

El turismo tiene futuro en la zona norte. Aparte de la ampliación a cuatro vías de la carretera desde Navarrete, es necesario estudiar la reconstrucción de la vía que une a Imbert con Luperón y continúe hacia Estero Hondo, Punta Rucia y Monte Cristi, con proyecto de que alguna vez se prolongue hasta Cabo Haitiano y de ahí hasta la mole de San Nicolás y luego establecer un servicio de ferry para comunicar las dos islas, Cuba y La Hispaniola, a través del Canal de Los Vientos.

Es muy importante profundizar en el éxito que ha tenido el turismo, casi espontáneo y desordenado de Cabarete, que tanto sabor le dan los visitantes, en especial los jóvenes, que atraídos por las olas y los vientos disfrutan del surfing y planeamiento aéreo, reafirmando el nombre de esa playa a nivel mundial como un lugar muy apreciado por los deportistas.

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