Me niego a creer que sea coincidencia o  un invento del CMD, por lo que sugiero ponerle atención a las denuncias del gremio sobre las condiciones, o la falta de ellas,   en que operan muchos hospitales del sistema. La filial del municipio de Santo Domingo se quejó públicamente, a principios   de semana, de las deplorables condiciones en que opera el hospital municipal  de Villa Mella, en proceso de “remodelación” desde hace cinco  años, lo que obliga  a los pacientes a hacer malabares para poder recibir atención en un ambiente tan poco apropiado. Al día siguiente le tocó el turno a la regional del Distrito Nacional y la provincia Santo Domingo, que denunció  el caos y las precariedades que “arropan” al hospital Marcelino Vélez Santana. Áreas de consulta sin aire acondicionado, consultorios sin los equipos mas elementales, y el área de emergencia pediátrica, de adultos y ancianos, que tampoco tiene aire acondicionado, completamente inoperante, son algunas de las deficiencias que describe su personal  médico, que también se quejó de que el pasado 21 de agosto informaron  la situación  a las autoridades de Salud,  y  la única  respuesta que han recibido es el silencio. El mismo silencio, por cierto,  que se  impuso a  directores de hospitales y otros funcionarios, a los que se les ha prohibido hablar  con los medios sin previa autorización. Por suerte o por desgracia hay realidades que no se pueden ocultar con un muro de silencio  ni con un  bozal, pues las deficiencias y precariedades conque opera el sector, como señalan  las recurrentes denuncias  del CMD, son demasiado ostensibles. Y aunque  desde el oficialismo se las quiera descalificar atribuyéndolas a la proximidad de las elecciones del gremio, salta a la vista   que algo anda mal en el sistema de salud, empezando por el presupuesto ridículo que el Estado invierte en un sector fundamental si queremos llegar a ser un país con posibilidades de deshacernos  algún día del pesado lastre del subdesarrollo.