El poder corrosivo de un mala deuda hace colapsar las finanzas de médicos y enfermeras, ingenieros y otros profesionales, aunque pocos tan lesionados como los integrantes de un sector crucial para el desarrollo de los recursos humanos del país: el magisterio, en alta proporción atrapado en una maraña de deudas con el sistema financiero formal e informal que lesiona su estabilidad emocional y el proceso de enseñanza.
Y esto ocurre pese a estar el personal docente entre los más favorecidos con alzas de sueldo en el sector público, hasta 72% en los últimos cuatro años, lo que junto a los incentivos salariales, eleva el ingreso mensual bruto a más de RD$40 mil y RD$50 mil, y sobre los RD$60 mil con doble tanda y en jornada extendida.
Tal situación, agravada por las diversas fuentes crediticias con las que se endeudan, inclusive usureros, es bastante difícil para maestros y maestras con ingresos netos inferiores al valor promedio de la canasta básica, de mayor costo en estos profesionales por las exigencias sociales en el vestir, estudio continuo y acceso a la tecnología.
Límites insostenibles. Una alta proporción del profesorado tiene comprometido su sueldo por encima de los límites sostenibles, más allá de su capacidad de pago, de la racionalidad. Un asfixiante endeudamiento que les impide una vida digna, al sobrepasar el 50% y hasta 70% del ingreso nominal.
Contraen deudas en tal magnitud que a miles arropa la pobreza al no recibir siquiera el valor del salario mínimo privado, tras la retención de impuestos y deudas que les hace el Ministerio de Educación.
Hay deducciones escandalosamente altas en sueldos de profesores a los que apenas le quedan RD$3,000, RD$850, RD$458, RD$300 o RD$95.69.
Un alto precio. No hay duda, con mejores salarios muchos docentes elevaron su calidad de vida, entre ellos los no endeudados. Otros también lo lograron, pero al precio de un nocivo endeudamiento, al que no escapan algunos directores, coordinadores y técnicos docentes.
Por ejemplo, un coordinador de jornada extendida de educación media, con sueldo de RD$72,045.74, solo recibió RD$8,886.60.
Casos de gran iliquidez se repiten en los diferentes niveles de enseñanza y en toda la geografía dominicana. Profesores con doble tanda e incentivos con sueldos de RD$47 mil o RD$57 mil, les ingresan sumas extremadamente bajas: RD$3 mil, RD$4 mil, RD$5 mil o menos por deudas que les obligan a contraer nuevos préstamos para sobrevivir. Por ejemplo, una profesora con un ingreso nominal de RD$68,899.17, le quedaron RD$28,966.23, al descontarle RD$39,966.23 por impuestos y préstamos.
Un educador del nivel medio, jornada extendida, con sueldo de RD$60,076.02 recibió RD$3,999.94. Otro de básica, de RD$24,611.79 cobró RD$458.86. A uno de educación de adultos que gana RD$28,189.52 le restaron RD$20,000.
Es el drama de mujeres y hombres con una carga financiera abrumadora, que los induce a respuestas erradas que empeoran el déficit de ingresos. Un drama que gravita en el sistema educativo nacional, con secuelas humanas, económicas y sociales, que los confina en un círculo vicioso que no han logrado romper.
Igual o peor que antes. Pese a los aumentos, muchos docentes viven igual o con menos calidad de vida que años atrás, cuando por los ínfimos sueldos el magisterio era la cenicienta de la educación.
¿Qué ocurrió? Al ingresar al magisterio, el sueldo no les cubría necesidades básicas, lo poco que llegaba a su mesa lo comían sin sobresaltos, sin prestamistas al acecho, No alcanzaba, pero buscaban el faltante en la Cooperativa Nacional de Maestros (Coopnama).
A la casa entraba cierto confort, muebles y electrodomésticos adquiridos a crédito en la tienda de esa entidad, de la que se favorecieron con préstamos para adquirir una vivienda o repararla. No les bastó, y el brazo del endeudamiento se extendió a varias cooperativas, llegando algunos a desviar sus fines, obtener a crédito artículos que revendían y dinero para prestar.
La comodidad crecía, también las deudas que, por falta de controles, sobrepasaban su capacidad de pago. La situación empeoró al acentuarse la tendencia a un endeudamiento compulsivo, cuando Educación decidió retener el pago de empréstitos contraídos en otras cooperativas, lo que en 2017 rectificó. Para entonces la iliquidez había llevado a maestros a buscar préstamos en bancos. Nada lo impedía, al no reportar Coopnama los estados de sus afiliados en centrales de riesgo permitía a docentes endeudados a otros créditos en base al salario nominal.
De tal modo, estaban compelidos a destinar al pago de esas deudas lo que les quedaba del sueldo, y recurrir a usureros con altísimos intereses.
Data de años. El problema no es nuevo, dio el alerta la Acción Empresarial por la Educación (Educa), con su estudio “Calidad del gasto educativo en la República Dominicana”, publicado en 2016.
La investigación detectó que el sueldo promedio de docentes del nivel básico a diciembre del 2015 era US$800, pero más de la mitad cobraba menos de US$330 después de los descuentos corrientes, incluidos los de Coopnama.
Tal situación, indicó Educa, atentaba contra la motivación del docente, obligado a realizar otras labores para compensar la reducción de sus ingresos, lo que pondría en riesgo su desempeño en el aula. Coopnama respondió que al tener mejores salarios, hay sectores, como la banca, que los quiere como clientes y les ofertan tarjetas de créditos y préstamos que antes les negaron.
El endeudamiento magisterial persiste, es grave, requiere de acciones efectivas. Y es tiempo de que Educación, la Asociación Dominicana de Profesores (ADP) y Coopnama busquen una solución, una fórmula para sanear su historial crediticio y rescatarle la calidad de vida y rendimiento educacional.
1. Capacitación financiera
El personal docente precisa de educación financiera, aprender a manejar sus finanzas, optimizar los recursos, cultivar hábitos de ahorro que les ayuden a evitar el desbordado endeudamiento.
2. Ahorro en cooperativas
Las cooperativas de ahorro y crédito tienen un rol fundamental en la educación financiera y el fomento del ahorro. Muchas poseen planes de ahorro, como en la de los maestros, pero gran parte de sus asociados carecen de reservas monetarias para cubrir tanto los gastos previstos como los imprevistos.
3. Ingresos
De alrededor de 90 mil docentes del sistema educativo nacional, poseen menores salarios unos 45 mil que no tienen incentivos, así como doce mil con una sola tanda. Para muchos de éstos el aumento de sueldo no se corresponde con el costo de la canasta básica de bienes, sobre los RD$31 mil.
El dramático endeudamiento de los docentes públicos no encuentra un valladar
La nómina del personal docente del Ministerio de Educación revela que el endeudamiento de miles de docentes persiste, en muchos casos con niveles dramáticos, con deducciones que sobrepasan la mitad o más del sueldo devengado.
El estudio “Calidad del gasto educativo en la República Dominicana”, de EDUCA, planteó que la ausencia de una política que estableciera topes de endeudamiento en Coopnama, contribuía a que los profesores se endeudaran, lo que suponía un riesgo para su estabilidad financiera y reducía eficiencia alzas salariales.
Educación reaccionó. Su titular, Andrés Navarro, anunció en agosto de 2017 que ese Ministerio solo iba a retener hasta un límite de 40% del salario base devengado por los maestros, conforme a una orden ejecutiva que emitió.
La decisión obedeció, dijo, a que había educadores que solo cobraban RD$500 por la cantidad de compromisos financieros con Coopnama y otras cooperativas, a las que el Ministerio retenía las deudas, razón por la que un 80% de los docentes recibía menos de 30 mil pesos líquidos en sus cuentas bancarias.
Considerando que existe un compromiso de descuentos del 13% que establecen las leyes de Seguridad Social y otras, solo dispondrán de 27% más para deudas deducibles del salario, que completan 40%.
La ordenanza dispuso retener del salario de profesores solo las deudas con Coopnama, ya que no admitirá otras entidades crediticias o cooperativas, a las que mantendrán hasta que los docentes agoten las deudas pendientes. “Me di cuenta de que el culpable de que al maestro le llegue tan poco dinero líquido es el Ministerio de Educación”.
A seguidas, el Consejo Nacional de Cooperativas rechazo el control de Educación sobre los salarios de los maestros, alegando que viola leyes y reglamentos sobre los compromisos de las instituciones frente a los socios de las cooperativas y en el caso particular de Coopnama.