Las deudas y enfermedades apagan  la vida de  una pediatra

Las deudas y enfermedades apagan  la vida de  una pediatra

Una enfermedad degenerativa y deudas que sobrepasan el millón de pesos mantienen en angustia permanente a la  doctora Solange Soto Encarnación,  una pediatra que junto al doctor Erwin Cruz Bournigal diagnosticó los primeros casos de VIH/sida.

A este tema ha dedicado más de 20 años y  en la actualidad es coordinadora de la Unidad de Niños con Sida del Hospital Robert Reid Cabral.

Se trata del perfil de una profesional que padece de Alcaptonuria, una enfermedad hereditaria que provoca la degeneración de los huesos, pero a pesar de eso, mantiene dos empleos, uno en Salud Pública y el otro en el Consejo Nacional de la Niñez (CONANI).

Por esos dos empleos devenga salarios que llegan casi a los RD$40,000, los cuales no le alcanzan para pagar más de un millón de pesos que debe por concepto deudas contraídas por una enfermedad catastrófica que afectó a su madre, quien murió en  2006.

El dolor y las penurias que la socavan no   han logrado postrarla en su lecho. La doctora Soto es pediatra, tiene  57 años y cada día recibe con el mismo amor a los niños que se atienden en la Unidad de Sida.

Con sólo mencionar las deudas y los múltiples diagnósticos de la enfermedad degenerativa que la consumen, se echa a llorar en presencia del equipo de prensa de este diario.

Le han dicho que no hable del caso, pues eso daña la imagen del hospital Robert Reid Cabral y del mismo sistema de salud.

Su mayor dolor.  Lo que más mortifica a la pediatra que ha dedicado años de vida a tratar las víctimas del sida, es que alguien pueda pensar que ella busca sacar provecho de su situación.

“Eso me duele, que crean que me estoy haciendo la víctima”.

Conoce la solidaridad de sus colegas, pero la impotencia la arropa.

Ha enviado cartas al presidente de la República, doctor Leonel Fernández y no le ha sido posible comunicarse con su esposa, la doctora Margarita Cedeño de Fernández..

Las claves

1. El caso

La historia de su crisis económica comienza en el año 2000, cuando su madre sufrió un accidente cerebro vascular que la mantuvo postrada por seis años.

2. La vergüenza

La pediatra se siente avergonzada, pues no puede enfrentar sus deudas. Está disponible la cuenta  número 755-94769-4, en el Banco Popular.

3.  Solidaridad

No se queja de la solidaridad de amigos y compañeros, pero sabe que sus problemas económicos y de salud son costosos y que poca gente puede ayudarla.

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