Hoy 
LEONORA RAMÍREZ S.
l.ramírez@hoy.com.do
La campaña electoral ha tomado un nuevo giro. Atrás quedaron las denuncias sobre la contratación supuestamente irregular del préstamo de US$130 millones que la empresa Sun Land le otorgó al gobierno,
O las venenosas discusiones por el origen de las fortunas del presidente Leonel Fernández y Miguel Vargas Maldonado, dos de los principales candidatos en esta contienda.
También se esfumó del panorama el tema de las calidades de los contrincantes de Fernández y la posibilidad de que tengan un debate sobre sus ideas y manejos del poder.
Ahora la lucha trasciende al plano de la cohesión política de los adversarios del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), quienes intentan frenar una vieja práctica del poder con sabor criollo: el uso de los fondos públicos en los procesos electorales.
La denuncia de la periodista Nuria Piera, quien presentó en su programa televisivo pruebas de que el PLD tiene una nominilla para beneficio de particulares que no ejercen funciones en el Estado, abrió una caja de Pandora en la que la oposición encontró un terreno fértil para sus ataques.
Mientras la Junta Central Electoral evaluaba la denuncia, los candidatos presidenciales del Partido Revolucionario Dominicano (PRD), del Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) y otras organizaciones minoritarias, realizaron una cumbre de partidos políticos en la que se debatió el tema de los fondos públicos en la campaña electoral.
Y en tal sentido se le demandó al tribunal electoral que ordene el cese de todas las formas de uso ilegal de los recursos del Estado, a favor del candidato oficial.
La iniciativa de los partidos de oposición no tiene precedentes, pero al margen del contrapeso que ésta representa, frente a un partido al que la mayoría de las encuestas dan como ganador, no quedó claro si el acto significaría el inicio de un proceso de adecentamiento del ejercicio público.
Las claves
Un avance
Experiencias del proceso
El sociólogo César Pérez entiende que la cumbre de los partidos representa la oportunidad de que se unifiquen para impedir la extrema desigualdad que se ha establecido en favor del candidato oficial. Pero no está seguro que la experiencia haga rectificar al PLD, porque ese partido desconoce todo lo que se le reclama sobre el uso de los fondos públicos.
