Las dos caras de Cartagena

Las dos caras de Cartagena

POR MARGARITA QUIROZ 
CARTAGENA DE INDIAS.-
En el Caribe colombiano, donde fue erigida en tiempos de la colonia la romántica Ciudad Amurallada, la historia se muestra palpable a través de cercos de murallas, arquitectura  colonial española e impresionantes monumentos militares y religiosos que se conjugan de forma armoniosa con su otra cara: la Cartagena moderna.

Al margen de estos atractivos, Cartagena de Indias es una ciudad caracterizada por sus extensas playas, exóticas islas cercanas y las delicias de disfrutar de un encuentro en bares, cafés, restaurantes o discotecas. Su gente, amable, servicial y alegre, hace de ésta, en definitiva, un destino simplemente emocionante…

En el día, casi siempre el sol está “furioso”, mientras que por las noches las altas temperaturas descienden. Entonces, la ciudad se apodera de un aire romántico, las empinadas cúpulas de las iglesias y catedrales se iluminan y, la gente camina alegre, por cualquier esquina, al ritmo de salsa o ballenato. En la zona histórica los turistas, amigos o enamorados pueden transitar entre estrechas callejuelas colmadas de balcones, casi todos adornados de coloridas trinitarias.

No se trata de una ciudad cosmopolita, pero sí rica culturalmente y, sobre todo, al igual que otras subdesarrolladas, cargada de realidades: desigualdad social, riquezas, pobrezas, altas tasas de desempleo, pedigüeños, trabajadores informales, en fin…

No obstante, Cartagena de Indias además de ser el más importante centro turístico de la costa del Caribe colombiano es uno de los más socorridos destinos de negocios, reuniones, cumbres y convenciones del área del Caribe. Es decir que los cartageneros viven básicamente del turismo de negocio y las ventas informales de productos originales o pirateados.

Como bien afirma Kennedy Vargas, uno de los tantos vendedores informales que se gana la vida vendiendo imitaciones de cuadros y esculturas de Botero, “en Cartagena siempre hay un evento y de esto vivimos”.

Lo histórico
Fundada en 1533 por el conquistador español Don Pedro de Heredia, Cartagena de Indias es una ciudad privilegiada por la historia y geografía.

En breve tiempo se convirtió en la joya de la corona española. Para defenderla de los constantes ataques de corsarios, bucaneros y todo tipo de filibusteros, se construyó a su alrededor el más imponente cerco de murallas y fortificaciones de América.

Paralelamente, la villa colonial fue edificada entre los siglos XIV y XIX con una riqueza arquitectónica de tipo civil, religiosaa, militar y gubernamental que brinda un testimonio vivo de su historia emocionante.

Cartagena de Indias fue también la primera provincia en independizarse de la corona española, el 11 de noviembre de 1811, fecha que es festejada y recordada anualmente con coloridas fiestas.

La zona histórica de Cartagena, declarada por la UNESCO como Patrimonio Histórico y Cultural de la Humanidad, está enmarcada además por varios parques y plazas utilizados para el esparcimiento y, ya cayendo la noche, por algunos teatristas para poner en escena clásicas obras, a cambio de algunos pesos.

Playas e islas
Cartagena de Indias ofrece a sus visitantes 19 kilómetros de  playas dentro de un área urbana, con aguas siempre cálidas, ideales para tomar el sol, practicar deportes náuticos, disfrutar de diversas bebidas tropicales o una ensalada de frutas.

Muy cerca de la ciudad por mar, a través de un minicrucero de 40 minutos, el visitante se puede encontrar con la isla de Barú, kilómetros de playas de arena blanca y aguas cristalinas. A 20 minutos de aquí se encuentra la isla del Rosario, santuario de flora y fauna nacional, donde se puede bucear guiado por expertos en medio de los arrecifes, hacer caminatas ecológicas guiadas por nativos o disfrutar de espectáculos marinos en su medio natural. 

Qué visitar en Cartagena de Indias
El fuerte San  Felipe de Barajas es otro lugar. Está considerado como el más formidable complejo defensivo levantado por la ingeniería militar española en el Nuevo Mundo

CARTAGENA DE INDIAS.- Uno de los sitios de interés de Cartagena es el fuerte San Sebastián del Pastelillo, el cual sigue el modelo de las obras tipo pastel, de donde se deriva su denominación. Su misión era defender el acceso a la ciudad por la entrada a la bahía de las Ánimas. Actualmente funciona aquí el Club de Pesca y un restaurante.

El fuerte San Felipe de Barajas es otro lugar. Está considerado como el más formidable complejo defensivo levantado por la ingeniería militar española en el Nuevo Mundo. Fue edificado sobre la colina de San Lázaro, desde donde se puede ver la ciudad completa. En este fuerte fue construido a principios del siglo XVII el convento de la Popa, el cual tiene un altar tallado en oro en el que se venera a la Virgen de la Candelaria, patrona de los colombianos. Están también los conventos de San Pedro Claver y Santo Domingo, el Museo Naval, Teatro Heredia, Palacio de la Inquisición y la casa de Rafael Núñez, residencia del cinco veces presidente de Colombia y autor del texto del himno nacional. Esta construcción es el clásico tipo de vivienda campestre de las costas del Caribe, y fue edificada a finales del siglo XIX.

Una ciudad segura
A diferencia de otras ciudades colombianas, como Cali o Medellín, que por años han sufrido en carne propia las secuelas del conflicto interno de la guerrilla, Cartagena es una ciudad segura. Se puede caminar por sus calles a altas horas de la noche, sin que nadie se acerque, y en cada esquina aparece un policía, que no solamente vela por la seguridad del caminante sino que también accede a dar alguna información solicitada.

Este clima de seguridad, se debe, según los colombianos, a que el presidente Álvaro Uribe le ha devuelto la tranquilidad a Colombia en un 90% tras realizar, con ayuda económica de los Estados Unidos, fuertes inversiones en equipamientos y entrenamientos de la Policía.

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