LEO BEATO
Las elecciones del 2008 ya están decididas tanto en Dominicana como en los EEUU.

Las proyecciones indican que triunfará el PLD. En los Estados Unidos, sin embargo, la situación es mucho más compleja y delicada. Se ha descubierto una táctica fraudulenta que fue empleada en la Florida en el 2000 y en el estado de Ohío en el 2004 y que ahora se está planificando para ser usada en el 2008 y que una vez más dará al traste con la voluntad del electorado estadounidense.

Se llama «vote caging» (encasillar los votos) y consiste en enviar una carta a las direcciones de miles de votantes escogidos de antemano pertenecientes a minorías cuyos votos se saben que serán para el candidato demócrata (latinos, afro americanos, personas desplazadas-homeless- estudiantes y soldados en servicio activo y sin direcciones oficiales fijas). Se escribe en el sobre «please don’t forward» (por favor no re-enviar) y cuando el correo retorna el sobre con la nota de » la persona no ha sido localizada» se prepara un listado computarizado con sus respectivos nombres que luego se presenta el día de las elecciones, poniendo en tela de juicio la validez de los votos de esas personas los cuales son oficialmente impugnados y rechazados.

Eso, entre otras muchas anomalías, sucedió en la Florida (West Palm Beach) con miles de votos de votantes afro americanos y con ex convictos (también afro americanos) que dizque no tenían derecho a participar legalmente en los sufragios, además de los miles que «votaron» por el candidato contrario debido a fallas en las máquinas cuyos votos fueron posteriormente anulados. Luego se descubrió que los nombres y apellidos no correspondían a esas personas pero ya era demasiado tarde, pues sus votos habían sido anulados.

En el 2004 se hizo algo parecido en el Estado de Ohio dándole el triunfo al candidato republicano y rechazando más de 700,000 votos de afro americanos cuyo sufragio se había puesto en tela de juicio. Es decir, que esas dos elecciones no reflejaron la voluntad del pueblo norteamericano y que hemos tenido un presidente ilegítimo por casi ocho años, que esta pesadilla de la guerra contra el terrorismo, los atropellos a que somos sometidos en los aeropuertos en aras a la seguridad nacional y el atolladero de dos invasiones ilegales a países que jamás nos han atacado, se hubieran podido evitar.

 Greg Palast, un periodista investigativo de la BBC, afirma en su libro titulado «La verdad sobre la guerra de Irak» que «el verdaderos escándalo detrás de la destitución de los ocho fiscales federales del Departamento de Justicia es que se necesitaban fiscales que se hicieran de la vista gorda cuando descubrieran la táctica del «vote caging» a favor del Partido Republicano, garantizando una vez más su triunfo en las elecciones presidenciales del 2008″.

 ¡El zorro una vez más a cargo del gallinero! ¿Cuál será el estado escogido ahora donde una vez más se va a llevar a cabo esta fechoría? El teatro de los diez pre-candidatos presidenciales diciendo pamplinas por la televisión para distraer la atención de los votantes no es más que eso: puro teatro. ¡Alia iacta est! (la suerte está echada), palabras pronunciadas por Julio César cuando pretendía erigirse como el primer César romano.  De acuerdo con Greg Palast, se ha descubierto que el principal «estratega» del vote caging fue un tal Tim Griffin, ex ayudante personal de Kart Rowe quien es, a su vez, asistente y consultor político del presidente George W. Bush en la Casa Blanca.

De ser ciertas estas alegaciones se ha cometido y se pretende cometer de nuevo un crimen fraudulento de lesa majestad jamás visto en los anales de la historia de los Estados Unidos. De acuerdo con él, los cinco millones de e-mails, que misteriosamente «desaparecieron» cuando fueron solicitados por el Comité Judicial del Congreso que investiga al Departamento de Justicia, han aparecido precisamente con los nombres de esos votantes encasillados con miras a otro gran fraude para el 2008.

Tim Griffin fue uno de los que fueron promovidos al puesto de fiscal federal, en su caso por el estado de Arkansas, y acaba de presentar su renuncia a raíz de descubrirse el escándalo. De ahora en adelante no se pueden usar los comicios de elecciones en los EEUU como ejemplo de democracia en ninguna parte del mundo civilizado.

En cuanto al constante temor al terrorismo que se continúa inculcando impunemente a las masas (se acaba de descubrir otro intento de «atentado terrorista» en los aeropuertos de New York City), recordemos las palabras del gran escritor ruso Alexander Soltzenitzen: «Un estado de guerra constante es la treta usada por los gobiernos totalitarios que sólo sirve de pretexto para implantar una tiranía implacable».

¡Cosas veredes, Sancho!, decía el Quijote del Manco de Lepanto.