Las elecciones: El nombre de la izquierda

Las elecciones: El nombre de la izquierda

En este país donde aún existe la solidaridad, el apoyo, la simpatía, una sonrisa a flor de labio al más necesitado aún en las situaciones más difíciles. Una historia heroica más bien de sacrificio que enfrentó en un grandísimo esfuerzo la voluntad imperial decidida a impedir una Nueva Cuba y más que nada el tener soberanía, tenemos un amplio espíritu de gentes enyuntadas sinceramente con la defensa de la vida de los marginados, los trabajadores, las gentes laboriosas que constituyen el apoyo, la zapata, el país real. La izquierda Contemporánea
Gentes que se exigen interiormente un comportamiento acorde con esos intereses antes de ir a votar. Con autoestima de ciudadano.
En este proceso electoral, circo de corrupción o como queramos llamar no encontrarán un candidato adecuado. Pero prevén. Ven cómo tratan de burlarse de la inteligencia del dominicano.
Porque hablar de revolución educativa sin transformar los métodos pedagógicos (más bien patológicos) que se utilizan en las escuelas de todo el país, todavía más cuan se vislumbra una épocas de definición de identidades nacionales y se imparte una Historia universal euro-céntrica racista e imperial inventada; de mentiras y de ausencias. Es una barbaridad. De una república digital cuando no está siguiera electrificada. Cuando no se sabe lo que es la educación cívica y se le ha negado a más de tres generaciones el conocer el libro como elemento clave para la comprensión integral, para promover el discernimiento. Y para colmo se usan a nuestros niños en la campaña, no se les respeta. Es una barbaridad.
De salud, cuando no hay pan, y ese sector descansa en lo eficiente que puedan ser los esfuerzos personales de los médicos de profesión y de los paramédicos. Cuando a estas alturas nadie sabe por qué existe salud pública, el seguro subsidiado de Senasa (cuasi inoperante), y el seguro social; que le corresponde a cada uno. Es una barbaridad. !De lo complejo a lo simple!
El candidato habla como lo hacen los ilusionistas, sin priorizar, y deslumbra al más humilde, con estar asegurado, de computadoras y de hospitales con aire acondicionado, mientras en sus casas acaso recién atendidos tendrán abanicos que funcionarán cuando tengan electricidad y les faltará el trabajo y la buena mesa. Y se pasa sin el menor pudor de ser profesional útil a ser politiquero para mantener un PODER que se asienta en la repartición en pequeños grupos. Y ¨la gratitud¨ como dijo Montequieu sobre la tiranía en Francia a finales en el 1800.
Ante la dictadura de un partido sin escrúpulos que ha sido capaz de llenar de redes de confusiones, ignorancia e impunidad al país, para mantenerse en el poder. ¿Qué se impone, que no sea rechazar ese entramado?
¿Que no se confía en los que tomarían el poder? No son en verdad de confiar. Pero ¿cuál sería el resultado de permitirles seguir a estos que no sea, hacer más recia su tiranía, más fuerte su apego al poder y más difícil la transición? ¿Acaso no es escandalosa la mediocridad, su propia división que los perturba, sus impunidades, el despilfarro y la corruptela que exhiben y que hemos de pagar el uso de las mentiras que envilecen? El rapto penoso de sus intelectuales incapaces de levantar la voz, beneficiándose hasta con su silencio. Por no hablar.
Buen papel el que hacen los que han usado el nombre de izquierdistas invitando a la población a no votar en este lodazar de virginidades enlodadas y de delincuencia. Si es que el sentido de propiedad privada exagerado que muestran sobre sus pequeñas organizaciones los guía; o tal vez si es asunto de pretender imágenes de dignidades impolutas; ¡qué pena!
Sitio embarazoso esta Patria mancillada, para los que pretenden andan con la dignidad como un escudo.
¡Delante del pueblo y detrás de la historia¡ !La lucha continúa!

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