Veo a gente -sobre todo simpatizantes del pasado FUPU-PLD- diciendo que las elecciones son aburridas, que han perdido interés, etc.

Eso les ocurre porque sólo están viendo que según las encuestas y lo que dice la calle, Luis se encamina rumbo a un triunfo de alrededor del 70%, por lo que la llamada oposición estará fuera de competencia cuando el próximo 19 en la noche arranque el conteo de los votos.

Pero hay algo que tanto los electores simpatizantes del PRM y partidos aliados, como los del pasado FUPU-PLD-PRD no están tomando en cuenta, y que es fundamental.

Se trata de la mayoría calificada en ambas cámaras del Congreso Nacional, necesaria para hacer reformas a la Constitución o aprobar leyes orgánicas, lo que consolidará o no mientras mayor o menor sea la mayoría legislativa.

Por ejemplo, es indispensable la mayoría calificada, mientras más alta mayor, para hacer una reformas constitucionales, como las indicadas por el presidente Abinader, para:

Establecer la independencia total del ministerio Público, que hasta ahora es elegido sólo por el presidente de la República y que a partir de esa reforma sería elegido por un órgano colegiado.

Para ponerle un candado a la Constitución de modo que en el futuro un presidente de la República no pueda modificarla en su beneficio, como hizo Leonel Fernández en 2010 cuando ya no podía volver a ser presidente, y en ese reforma la cambió para volver a serlo.

Para hacer cualquier otra reforma que el pueblo considere necesaria en la mejora de nuestra institucionalidad democrática.

La mayoría calificada también es necesaria para, por ejemplo, reorganizar la Cámara de Cuentas, que Leonel y Danilo boicotearon su funcionamiento para que no pudiera hacer auditorías efectivas a funcionarios corruptos.

Conforme lo que informan las encuestas y lo que dice el ciudadano en las calles, en sus hogares y lugares de trabajo, el PRM y aliados podrían obtener mayoría calificada en ambas cámaras.

Pero el pasado FUPU-PLD luce animado a última hora y cree que puede impedir tal logro del PRM. De modo que esa es la competencia de que trata la elección del 19.

PRM y aliados se juegan hasta el último voto para ganar la mayoría más alta posible y Luis tenga una gran gobernabilidad para desarrollar los cambios que quiere profundizar.

Los del pasado FUPU-PLD quieren impedir ese objetivo, y tienen también otra apuesta, que es que haya baja votación para alegar después baja legitimidad del gobierno que viene,

Las elecciones, pues, vuelve a proyectarse que podrían ser competitivas, apretadas.