Las elecciones y el dólar

Las elecciones y el dólar

POR PHILIP COGGAN
Financial Times
Las elecciones presidenciales con frecuencia han resultado ser importantes para el dólar de Estados Unidos. De acuerdo con Jes Black, del fondo de cobertura Black Flag Capital Partners, cinco de las últimas ocho elecciones han coincidido con puntos de viraje significativos para el billete verde, todos a tres meses de las elecciones.

La simple suposición de que la victoria de Bush será buena para el dólar no cuenta con el respaldo de la historia.

El dólar cayó con fuerza pocos meses antes de las re-elecciones de Richard Nixon, en 1972 y Ronald Reagan, en 1984. En el caso de Nixon, la caída del dólar estuvo vinculada a los costos de la continuación de una guerra (en Vietnam) y a déficit de presupuesto en aumento. ¿Resulta familiar?  Tampoco es necesariamente el caso de que una derrota del titular implique males para la moneda estadounidense, debido al “efecto sorpresa” sobre los comerciantes.

A comienzos de 1992, George Bush padre parecía ser el ganador más probable. Pero la campaña continuó y Bill Clinton asumió el liderazgo, y el dólar subió. Este ascenso continuó tras su victoria. En realidad subió de nuevo, después que Clinton volviera a ganar en 1996.

¿Significa esto que al mercado cambiario le gustan los demócratas? No, si vamos a tomar en cuenta el mandato de Jimmy Carter. El dólar se vendía intensamente en la medida que Carter le tomaba la delantera al entonces presidente Gerald Ford en 1976, y se mantuvo débil durante buena parte de su mandato. La carrera comenzó en septiembre de 1980, poco antes de la derrota de Carter frente a Reagan.

Las elecciones del año 2000 también tuvieron un impacto significativo sobre el dólar. Durante el periodo de incertidumbre por el debate de La Florida, la moneda norteamericana se debilitó seriamente. Se produjo una recuperación en los primeros meses de 2001, pero en junio ya había cedido, sin recuperar su nivel pre-electoral frente al euro. Desde entonces ha estado cuesta abajo la mayor parte del tiempo.

Por tanto, sabemos que las elecciones pueden tener gran importancia, pero no hay reglas firmes o ataduras a los titulares o a los partidos políticos. En esta ocasión, el dólar parece haberse mantenido en un rango de negociación estrecho durante la mayor parte del año, después que tocó fondo en febrero.

Black considera que hay una probabilidad de uno a uno para una carrera del dólar los próximos meses pero, particularmente por el amplio déficit en la cuenta corriente, el paralelo con Nixon parece ser terriblemente obligado.

TRADUCCION: IVAN PEREZ CARRION

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