Las mujeres  tememos al cáncer creyendo que es la enfermedad más mortal para nuestro género. Pero estamos equivocadas, pues, lo que más mata a las mujeres en todo el mundo son las enfermedades cardiovasculares, que afectan corazón y vasos sanguíneos.

Según  explica la cardióloga e internista Lidia Soto,  las estadísticas señalan que las enfermedades del corazón matan a una de cada tres mujeres, esto equivale a “siete veces más que cualquier tipo de cáncer”. Lo bueno es que la mayoría de los factores que predisponen a sufrir de enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir y haciéndolo también cuidamos la salud de otros órganos. La especialista señala medidas para prevenir estas enfermedades  que, de paso, benefician a todo el cuerpo.

1. Cigarrillo, NUNCA. Mucho antes de provocar cáncer de pulmón, la nicotina del cigarrillo afecta los vasos sanguíneos. El cigarrillo también afecta la piel, el aliento y determina mucho  la aparición de celulitis. Dejando el cigarrillo  prevenimos muchos tipos de cáncer, especialmente de pulmón, que según Soto, acecha  a la mujer dominicana. “En un estudio hecho en el país  se encontró que el 17% de la población femenina adulta fuma, eso es muy alto”, dijo.

2. Controla tu peso.  Cuidar el peso no es cuidar la imagen, sino la salud. El sobrepeso y la obesidad predisponen a desarrollar enfermedades cardiovasculares, diabetes,  problemas de articulación y otras enfermedades, además de que algunos tipos de cáncer, como el de mama y de cuello uterino, son más frecuentes en mujeres con sobrepeso.

“Hay que mirar el plato de una forma inteligente y escoger mejor lo que comemos. Más verduras, fibras y vegetales. Si usted está en sobrepeso debe disminuir la ingesta de calorías y hacer ejercicio para quemar más, de modo que   haya un balance negativo y pueda ir alcanzando el peso adecuado. Comer menos y quemar más”.  Dijo que el peso no se evalúa de forma visual, sino calculando el índice de masa corporal (IMC) según la cifra de la balanza, la   edad  y el tamaño del paciente.

3. Toma suficiente agua.   Se recomienda un mínimo de ocho vasos diarios y no tiene que ser agua pura. Con ello cuidamos la piel y los sistemas cardiovascular, digestivo y urinario. Junto a una dieta adecuada, también ayuda a las evacuaciones diarias.

4. Diviértete. No olvidemos las salidas y actividades para relajarnos pues  “el estrés es un enemigo de la salud” que puede afectar nuestros sistemas gastrointestinal, cardiovascular y músculo-esquelético”. Para manejar el estrés  es muy bueno hacer ejercicio, tomar descansos y tratar de no ir a la cama después de pelear con el esposo o los hijos. Un té natural de manzanilla o tilo también ayuda mucho.

5. Ejercítate. Soto define el ejercicio como una medicina gratis que podemos hacer incluso en casa y con ello obtener muchos beneficios como mejorar la hipertensión, diabetes, sobrepeso, mejorar los niveles de colesterol, prevenir celulitis, mejorar el ánimo y hasta mejorar nuestra capacidad cognitiva. ¡Sólo con una caminata diaria!

6. Cuídate del alcohol.  “El alcohol es una bebida que tiene muchas calorías, no aporta ningún valor nutricional pero nos engorda, si tenemos diabetes puede subir el azúcar.

Los pacientes  ya se  han aprendido muy bien que dos copitas de vino al día son saludables,  el problema es que nos tomamos más de dos. Cuando nos pasamos nos afecta todo, la gastritis, el colesterol, diabetes, triglicéridos, el colon”, señala la especialista. Las mujeres debemos ingerir un poco menos que lo sugerido por el hombre: dos copas de cuatro onzas (ellos pueden tomar hasta tres). Si hay una condición como la diabetes esta debe ser reducida a un trago.

7. Conoce tus números. Las mujeres debemos aprender a calcular nuestro IMC para vigilar nuestro peso y conocer nuestra presión arterial, números de glicemia, colesterol y tiroides. Pararse en el espejo y observarnos de la cabeza a los pies (no sólo en lo senos) ayudaría a identificar cualquier cambio a tiempo.

Las frases

El enemigo número uno de la mujer es la enfermedad cardiovascular”

Un autoexamen te dice qué están provocando tus   hábitos en tu cuerpo. Mirarnos al espejo también debe servir para evaluarnos”.