Mientras las instituciones dedicadas a la reeducación de los adictos en el país viven una situación económica precaria, el negocio del narcotráfico mueve anualmente miles de millones de pesos.
El tráfico y el consumo de drogas han ido creciendo año tras año, pese al esfuerzo de las autoridades, así como el número de personas que cae en las garras de una de las peores ataduras.
El consumo mayor es de cocaína, crack, marihuana y heroína. Cada día aumenta la cantidad de personas que requieren ser sometidas a tratamiento para sacarlas del mundo de la adición narcótica.
Nunca el país había registrado más consumo y tráfico de drogas como ahora, pero las autoridades no ofrecen el apoyo que merecen entidades como Hogares Crea, Mesón de Dios y Casa Abierta, entre otras.
Estas organizaciones no gubernamentales luchan desde hace años por la reeducación de los adictos a narcóticos, pero se desenvuelven con precariedades.
La situación económica del Mesón de Dios, dirigido por Nilo Mercedes, es muy difícil, debido a que no cuenta con la subvención del Estado, y su local principal, ubicado en el Reparto Rosa, de Santo Domingo Este, tiene una orden de desalojo, lo que afectaría a sus 25 internos.
La entidad se sostiene del apoyo de la comunidad, colaboración de algunos familiares de los internos, ayuda de empresas, personas con vocación filantrópica y un aporte mínimo del Consejo Nacional de Drogas (CND).
El Mesón de Dios tiene 120 internos en sus cuatro centros que operan en Manoguayabo, Reparto Rosa, Sabana Perdida e Higüey.
En tanto, Hogares Crea ha sobrevivido con limitaciones económicas desde hace años. Las peticiones constantes de su presidente, Leopoldo Díaz, no han encontrado respuesta en el Gobierno. El promedio de solicitud mensual es de 250 personas.
Hogares Crea arrastra una deuda de ocho millones de pesos en sueldos, salarios, alquileres, alimentación y energía eléctrica, pero Díaz no se ha dejado vencer por la adversidad y sigue adelante.
Un negocio que mueve millones US$
La Dirección Nacional de Drogas (DNCD) quemó 2.5 toneladas de cocaína el pasado 22, con un precio aproximado de RD$800 millones. El dinero que generan las drogas contrasta con la precariedad económica de las entidades de reeducación de adictos.
La heroína, una droga altamente adictiva, ha ido ganando espacio entre los adictos dominicanos. Esto se ha expresado en un aumento de las solicitudes para Hogares Crea y Mesón de Dios.
Tanto el presidente de Hogares Crea, Leopoldo Díaz, como el director ejecutivo del Mesón de Dios, expresaron que ha habido un aumento en la demanda de heroína.
Hay un crecimiento en la demanda de tratamiento de usuarios de heroína, dijo Mercedes.
Para Díaz, el consumo de heroína en el país debe llamar a preocupación. Hogares Crea tiene 80 internos adictos a heroína. Atiende a 1,600 personas en sus 43 centros en todo el país. Su presupuesto para el próximo año es de RD$161 millones, de los cuales RD$34 provendrán de subsidio estatal.
Sos para rehabilitadores
El apadrinamiento de los centros y el aporte de los ayuntamientos podrían ayudar a resolver la precaria situación de Hogares Crea.
El 75% de los internos es de estrato social bajo. A los extranjeros se les cobra 250 dólares mensuales en Hogares Crea. Entre esos pacientes figuran chilenos, colombianos y ecuatorianos.
El consumo de drogas afecta a todos: a la familia de forma directa y a los ciudadanos, porque cualquier adicto mata hasta por un celular para conseguir droga.
Hogares Crea Dominicano está en estado de quiebra. Está gastando más que lo que le entra, señala Díaz. Cuatro proyectos no podrán ejecutarse el próximo año por falta de recursos económicos.