Las esculturas forman parte de las denominadas bellas artes, debido a su finalidad de expresar belleza.
La palabra escultura procede del latín “sculpere”, que significa “esculpir”, y es el arte que se dedica a la creación de obras artísticas con diversos materiales, como la piedra, la madera o el metal, entre otros utilizados para la representación de seres míticos y reales, imprimiendo en dichas obras estilos artísticos y estilísticos diversos, así como para expresar ideas y sentimientos, detalla el portal 10tipos.com.
Los amantes del arte pueden encontrar en las esculturas un elemento clave para incluir en su decoración. Y las esculturas, sean grandes o pequeñas, además de proveer arte le darán a su casa personalidad y, sin duda alguna, serán el centro de atención.
A la hora de elegir una escultura, usted tendrá un amplio abanico de opciones, tanto en estilo y motivos como en el material de la pieza.
Ya sea que se decante por bustos, torsos, piezas con forma escultórica (como manos o maniquíes), animales, esculturas abstractas, religiosas, civiles o profanas… una escultura dentro de la decoración puede ser un elemento de relevancia, que aporte elegancia y sofisticación.
Además, este acento del arte clásico universal no tiene por qué entrar en conflicto con su estilo decorativo (moderno, minimalista, ecléctico…) por el contrario, sabiendo combinar lo antiguo y lo moderno, puede lograr una zona equilibrada.
Anímese y permita que una de las bellas artes irrumpa en alguna estancia de su hogar.