Las estrellas que lograron un Oscar con su primer papel en el cine

Las estrellas que lograron un Oscar con su primer papel en el cine

En la historia de los Premios de la Academia, muy pocas actrices han tenido la fortuna y el talento para ganar un Oscar con su primer papel en la pantalla grande. Este selecto grupo incluye a Anna Paquin, Julie Andrews, Tatum O’Neal y Barbra Streisand, quienes lograron una hazaña tan extraordinaria como única. A continuación, repasamos estos debuts, las películas que los hicieron posibles y los primeros pasos de sus fascinantes carreras.

Anna Paquin y La lección de piano (1993)

Anna Paquin irrumpió en el mundo del cine con una actuación inolvidable en La lección de piano, dirigida por Jane Campion. En este drama ambientado en la Nueva Zelanda del siglo XIX, Anna interpretó a Flora McGrath, la hija de Ada (Holly Hunter), una pianista muda obligada a casarse con un hombre al que no ama. Flora actúa como intérprete de su madre en una trama cargada de tensión emocional, donde el piano es el centro de un conflicto que mezcla pasión, amor y libertad.

Captura de pantalla 2025 01 26 083820

Con apenas 11 años, Paquin sorprendió con su capacidad para transmitir emociones complejas. Su interpretación le valió el Oscar a Mejor Actriz de Reparto en 1994, convirtiéndola en la segunda ganadora más joven en la historia de los premios. Este reconocimiento no fue solo un momento aislado; marcó el inicio de una carrera exitosa que incluiría papeles destacados en Jane Eyre (1996), la franquicia X-Men (2000-2006) y la serie True Blood (2008-2014), donde mostró una madurez artística que cimentó su lugar en la industria.

Julie Andrews y Mary Poppins (1964)

En 1964, Julie Andrews saltó al estrellato con su debut cinematográfico en Mary Poppins, una película que se convirtió en un ícono de Disney y le otorgó su primer Oscar a Mejor Actriz. Andrews interpretó a la niñera mágica que, con su paraguas volador y su bolsa sin fondo, transformó la vida de los hermanos Banks y los llenó de enseñanzas envueltas en canciones.

El papel de Mary Poppins era perfecto para Andrews, quien ya tenía una sólida carrera en el teatro musical. Su carisma, voz y habilidad para conectar con el público hicieron de su actuación un clásico inmortal. Tras este éxito, protagonizó La novicia rebelde (1965), consolidando su imagen de estrella dulce y virtuosa. Aunque esa fama la acompañaría por décadas, confesó en una entrevista con Daily Telegraph más tarde que el peso de su éxito temprano la llevó a cuestionarse su propio mérito, llegando a esconder su Oscar en el ático durante años.

Tatum O’Neal y<i> </i>Luna de papel (1973)

Con solo 10 años, Tatum O’Neal se convirtió en la persona más joven en ganar un Oscar, al recibir el premio a Mejor Actriz de Reparto por su papel en Luna de papel. Esta comedia dramática, dirigida por Peter Bogdanovich, narra la relación entre Addie Loggins, una niña huérfana, y Moses Pray, un estafador que podría ser su padre biológico. Juntos recorren Estados Unidos durante la Gran Depresión, vendiendo biblias a viudas desprevenidas y engañando a quien se cruce en su camino.

El talento de Tatum brilló en pantalla, aportando una frescura y autenticidad que impresionaron a la Academia. Aunque su relación en la película con Ryan O’Neal, su padre en la vida real, parecía idílica, fuera de cámaras la realidad era distinta. A lo largo de los años, O’Neal enfrentó dificultades personales y familiares que afectaron su trayectoria profesional. Sin embargo, su debut sigue siendo un hito en la historia del cine.

Barbra Streisand y Funny Girl (1968)

El debut cinematográfico de Barbra Streisand en Funny Girl (1968) marcó el inicio de una carrera llena de logros. En esta película, Streisand interpretó a Fanny Brice, una comediante y cantante cuya historia de superación y éxito se entrelaza con su vida amorosa. Streisand deslumbró al público con su combinación de carisma, humor y talento vocal, lo que la llevó a ganar el Oscar a Mejor Actriz, un premio que compartió con Katharine Hepburn en un empate histórico.

Desde entonces, Streisand consolidó su posición como una de las artistas más versátiles de su generación, acumulando premios Grammy, Tony y Emmy. Más allá de su éxito como actriz, Streisand se destacó como directora y productora en películas como Yentl (1983) y El príncipe de las mareas (1991), demostrando que su talento no tenía límites.

Puede leer: Maratón Óscar en Netflix

Más leídas