El 1975 fue el último año en que la balanza comercial de la República Dominicana pesó más por el lado de las exportaciones que el de las importaciones.

Hoy, la mayor parte de las exportaciones sigue siendo las de los productos tradicionales (caña de azúcar, tabaco en rama, café en cerezos y cacao en grano), aunque anualmente incrementa la exportación de productos no-tradicionales agropecuarios (E.g. aguacate), agroindustriales (E.g. cacao orgánico), industriales (E.g. varillas de acero) y artesanales (E.g. artesanías de barro) alcanzando una partida del treinta y tres por ciento del total exportado el pasado 2008.

La década noventa se destaca por grandes esfuerzos para reactivar y promover las exportaciones. Promulgada a finales de década, la Ley 84-99 y los dos decretos subsiguientes que crean el marco jurídico que permite su puesta en práctica, simplifican los derechos y gravámenes aduaneros, eliminan los impuestos de los materiales incorporados a los productos exportados, y unifican la carga impositiva de los derechos y gravámenes de la materia prima.

A pesar de ello y de la apertura comercial que resulta de los acuerdos internacionales contraídos, siguen los números rojos. La proporción entre los muebles importados y los exportados no es la excepción y pone en evidencia que las empresas dominicanas tienen dificultades para competir y asegurar su participación en mercados abiertos.

La actividad comercial de las empresas del sector del mueble casi suman el uno por ciento del producto interno bruto (PIB) nacional. De manera esporádica se exportan muebles de madera y colchones hacia Puerto Rico, entre el 65% – 75% del total de las exportaciones, el resto de los Estados Unidos y Haití. Aunque también se exporta a otras islas del Caribe, desde el año 2003, estos países figuran entre los cuatro primeros a los cuales se exportan muebles.

Para crecer económicamente, es ineludible que el país forme parte de la dinámica comercial internacional. Dado que un hecho tan evidente no parece serlo para los pequeños productores, cabe destacar que aún en el mercado nacional, el empresario local compitelos números rojos con productos extranjeros. La globalización es un fenómeno creciente; no podemos quedarnos de brazos cruzados.

En el comercio mundial se observa que un alto porcentaje de las empresas exportadoras son PYME. Incluso en los EEUU, las cifras del Departamento de Comercio muestra que el 97% de los exportadores de ese país son pequeños y medianos y que más de 2/3 partes son empresas con menos de 20 empleados. 

Zoom

Desconocimiento

A pesar de los  esfuerzos, la mayoría de los empresarios dicen desconocer el alcance de los acuerdos de libre comercio y las leyes de importación y de exportación  por lo que las pequeñas y medianas empresas en el país  distan de potenciar las oportunidades y los beneficios que podrían presentar estos acuerdos a la industria nacional.