Mañana, los banilejos, sin distinción urbana o rural, tenemos un destello mental para recordar la celebración de nuestra patrona Nuestra Señora de Regla, que es el principal elemento aglutinante de nuestra raza, de nuestras devociones, creencias y hasta afanes mundanos.

Cada año, es tradición, y a medida que la diáspora de los banilejos se ha esparcido por todo el mundo, que una nutrida presencia del banilejo ausente se manifiesta en las calles, hogares, salones e iglesia, para no solo compartir con sus amigos y familiares, sino venerar, según sus conciencias a esa virgen morena que tanto significa para la tradición banileja.

Hay un significado muy especial, ya que por primera vez en su historia, los que viajen a Baní pueden llegar desde el peaje de la Autopista 6 de Noviembre a la entrada del puente Rafael Herrera sobre el río Baní en menos de 30 minutos, hazaña posible por el tramo de casi 30 kilómetros de cuatro carriles  recientemente inaugurado, que por espacio de 10 años mantuvo en la zozobra al tránsito regional.

El actual Gobierno puso su empeño en concluir la carretera, que ya para 1999 se había contratado con un préstamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), pero el Gobierno del PRD lo rechazó, aduciendo que se iba a realizar con una empresa concesionaria, lo que al poco tiempo se volvió sal y agua.

Pero en la mente de casi todos los banilejos, es la suspensión del Octavo Convite Banilejo, que sería celebrado el pasado día 14.

Por mi condición de presidente de la Filial en Santo Domingo de la Alianza Banileja, asumí la responsabilidad de su posposición, por razones de falta de apoyo a la entidad y cansancio generacional.

Los banilejos, que hemos trabajado desde febrero del 2003 cuando se realizó el primer convite, somos personas que superamos la quinta década de la existencia, por tanto, merecíamos un respaldo que solo brillaba en el papel o en promesas incumplidas.

A la hora de la verdad, para trabajar nadie aparecía, tan solo los auténticos banilejos y banilejas, que sacudiéndose de los achaques de la edad empeñaban sus esfuerzos en cada uno de los pasados convites con gran éxito como lo atestiguan las quejas actuales.

En el periódico digital Siembra Hielo.com algún lector nos tilda de sinvergüenzas, como si fuera una obligación nuestra dedicar tiempo y esfuerzos que luego nadie reconoce.

Es de mucha satisfacción que a cada convite concurren miles de banilejos, de todos los confines del país y del exterior, con años sin verse.

El evento ha sido la mejor ocasión para esos encuentros fraternales.

Ojalá hubiese un grupo de ciudadanos, probos y entusiastas, que quisieran organizar y montar el evento.

Nosotros, con mucho gusto les pasaríamos la antorcha para que no desaparezca una fiesta de la «banilejidad», que concita tantos recuerdos y afectos.

El Ayuntamiento de Baní ha sido un entusiasta colaborador de los convites. Pero el apoyo empresarial ha sido tímido. Tan solo INDUBAN, La Famosa, Banco Popular y la Cervecería Nacional Dominicana han estado presentes en todos los convites con sus desinteresados aportes.