Las galletas haitianas de lodo ya se están vendiendo en el país

Las galletas haitianas de lodo ya se están vendiendo en el país

La paradoja de la vida: La tierra siempre se ha usado para producir alimentos principalmente y cuando uno muere lo entierran en ella, pero ocurre que ahora haitianos hambrientos se la están comiendo.

El hambre tiene cara de hereje, dice un dicho popular. Familias haitianas hambrientas  comen galletas de tierra en su país. Algunos  haitianos residentes aquí también las están comiendo, no por hambre, sino quizás por solidaridad, por probar o quién sabe por qué. La noticia se ha diseminado por todo el mundo, como el agua, a República Dominicana no sólo llegó por el aire en fotos, sino en físico por la frontera.   Estas galletas que se hacen con tierra arcillosa, sal y aceite vegetal o grasa de cerdo para darle sabor, son traídas por haitianos en pequeños sacos, de acuerdo a datos suministrados por personas que dicen los han visto.

Tengo más de 20 unidades en una pequeña canasta que me trajo una persona que dijo se las compró a uno de los haitianos que las importan para venderlas a sus compatriotas en determinados puntos de la ciudad, como construcciones, mercados de pulgas y otros.

Durante un recorrido por esos lugares y El Pequeño Haití (detrás de El Mercado Modelo de la avenida Mella, en la capital), este reportero obtuvo la información de que en ese lugar y en algunas construcciones se están vendiendo con cierta frecuencia las galletas  haitianas de lodo.

Ninguno de los informantes pudo identificar a los vendedores, pero explicaron que se trata de haitianos y los compradores también son de la misma nacionalidad.

Observaron que los haitianos que residen aquí o que están temporalmente en algún trabajo, no tienen necesidad de comer ese tipo de galleta debido a que en el país hay facilidades para adquirir alimentos cocidos o crudos. Una persona puede comer bien en una fonda (comedor) con RD$80 a RD$100 y con RD$50 también consigue algo.

Las galletas de tierra haitianas, no se sabe cómo están entrando al país. Pero en realidad, están aquí. En mi poder hay una pequeña canasta con  unas 20 unidades. Son suaves, pero difícil de comer para un dominicano, ya que no pude hacerlo ni otros compatriotas. Al echarnos unos pedacitos en la boca, no nos supo a nada. Tienen un sabor insípido.

Cuando hay hambre, con cualquier cosa se llena la barriga, decimos en muchos campos del país, pero que se sepa, a ningún dominicano se le ha ocurrido preparar algún producto de tierra para comer.

Lo que sí ocurre en ocasiones aquí es que algunos niños y mujeres embarazadas comen algunos chines de tierra, en busca de suplir deficiencias de minerales, como de calcio. 

No pueden comer arroz
Un cable de AP, fechado en Puerto Príncipe, Haití, trajo la siguiente historia: “Es hora del almuerzo en uno de los asentamientos más miserables de Haití y Charlene Dumas está comiendo lodo. Como los precios de los alimentos están al alza en todo el mundo, muchas de las personas más pobres del mundo no se pueden dar el lujo de comer siquiera un plato de arroz al día. Así que adoptan medidas desesperadas para alimentarse.

Charlene, una madre soltera de 16 años con un hijo de un mes de nacido, ha comenzado a utilizar el remedio tradicional haitiano para saciar su hambre: cocer galletas hechas con tierra seca y amarillenta de la meseta central del país.

El lodo ha sido muy apreciado desde hace mucho por las mujeres embarazadas y por los niños de este país como fuente de calcio y antiácidos. Sin embargo, en lugares como la villa miserable de Cite Soleil, ubicada junto al mar, donde Charlene comparte una casa de dos habitaciones con su hijo, cinco hermanos y dos padres desempleados, las galletas confeccionadas con tierra, sal y aceite vegetal se han convertido en una fuente regular de sustento. «Cuando mi madre no cocina nada, tengo que comerlas tres veces al día», comenta Charlene. Su pequeño hijo Wilson, recostado en su regazo, lucía más delgado que los 2,8 kilos que pesó el día que nació el mes pasado. Pese a que le agrada el sabor salado y grasoso de las galletas, Charlene indicó que éstas también le producen dolores estomacales. «Cuando amamanto, el bebé a veces también tiene cólicos», agregó.

La Agencia Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas está cada vez más preocupada por los precios de los alimentos, que se han incrementado notablemente debido a una serie de factores. El cambio climático ha provocado más tormentas que destruyen cosechas, y el incremento en los precios del petróleo significa mayores costos en fertilizantes y en transportes. Una mayor demanda de biocombustibles es menos tierras dedicadas a las cosechas y esa disminución de oferta eleva los precios.

La FAO y los altos precios

Al referirse a los temores por el hambre, la Organización para la Agricultura y la Alimentación (FAO) de las Naciones Unidas ha iniciado un plan para combatir la elevación de los precios de los alimentos con la distribución de estampillas para que los agricultores puedan comprar semillas y fertilizantes en las naciones pobres. En el Caribe, las inundaciones y los daños a la agricultura provocados por la temporada de huracanes del 2007 obligó a la FAO a declarar el estado de emergencia para Haití y para otras naciones de la región.

Los precios de los alimentos han aumentado hasta en un 40% en algunas de las islas, y los líderes caribeños llevaron a cabo una reunión de emergencia en diciembre para discutir la reducción en impuestos a los alimentos y crear grandes zonas agrícolas regionales para reducir su dependencia a las importaciones. En Haití, los precios altos y la escasez de alimentos amenazan la frágil estabilidad del país, por lo que las galletas de lodo son una de las muy escasas opciones que tienen los más pobres para salvarse del hambre.

Algunos mercaderes trasladan la tierra desde la población central de Hinche a un mercado del barrio miserable de La Salines en Puerto Príncipe. Dentro del mercado, cargado con mesas plagadas de moscas donde se comercian la carne y las verduras, las mujeres más pobres compran la tierra y luego la procesan para convertirla en galletas de tierra en lugares como Fort Dimanche, otro barrio miserable cercano.

Al transportar cubetas de tierra y agua por escaleras hasta el techo de la ex prisión de donde el barrio ha tomado su nombre, las mujeres desbaratan las piedras y los terrones sobre una sábana, y luego mezclan la tierra con aceite y sal, le dan forma de galletas a la pasta de lodo y la dejan secar bajo el ardiente sol caribeño. Las galletas, ya terminadas, son trasladadas en cubetas hasta los mercados o se venden en las calles. Marie Noel, de 40 años, vende las galletas en el mercado para mantener a sus siete hijos. Su familia también las consume.”

Suelo esteril

Además, la revista National Geographis, trajo este reporte: “Haití: Tierra pobre.

Etiquetas: Cité Soleil, Haití, suelo, Tierra Haití ha perdido su suelo… y los medios para alimentarse. El estéril suelo de Haití se ha deforestado en parte para satisfacer la demanda creciente de carbón vegetal en lugares como Cité Soleil, uno de los asentamientos irregulares en crecimiento de la capital haitiana. 

Zoom

Pobreza

Haití posee una de las pobrezas más acentuada del mundo, flagelo contra el cual luchar es sumamente difícil. Su única posibilidad de sobrevivir es exprimir lo máximo la tierra donde habitan, y ello evidentemente causa irreversiblemente que sus males se acentúen, al reducir severamente la posibilidad de generar alimentos de una tierra  erosionada.

Sustento

La villa miserable de Cite Soleil,  al lado del mar, donde Charlene comparte una casa de 2 habitaciones con su hijo, 5 hermanos y 2 padres desempleados, las galletas  hechas con tierra, sal y aceite vegetal se han convertido en  fuente regular de sustento en Haití.

Las frases

Mahatma Gandhi

La pobreza es un insulto, huele mal, degrada, deshumaniza, destruye el cuerpo y la mente…o el alma. Es la forma más mortífera de violencia”.

Sasha Kramer

Los agricultores haitianos no pueden vender suficientes mangos para costear el arroz que tienen que importar cada año”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas