El auditorio Santo Domingo, el antiguo anfiteatro de Color Visión, es el lugar elegido y no para la lucha libre para presentar un concierto en el que se unen tres buenas propuestas del arte dominicano de este tiempo. Juntos, El Jeffrey, Claudio Piantini y el grupo Aventura. El primero, que ha tenido un regreso triunfal a la escena nacional al ritmo de merengue en el que un llamado a la identidad de Nino Bravo le dio sentido al nuestro mi tierra tiene palmeras y las manos se mueven y los corazones cantan.
La gran aventura de la bachata fue la que logró el joven Anthony Santos y sus muchachos al mezclar la bachata nuestra con el A&B y la tecnología del rap de Nueva York y pegarla aquí, allá y más allá de lo que podíamos todos suponer.
Claudio Piantini ha cogido millaje. Tiene un primer álbum. Suena en la radio y hace soñar a las jovencitas con su pelo largo y su mezcolanza entre la trova de Silvio Rodríguez y el pop de Bacilos.
Lo que tienen en común estas propuestas es que le gustan al público y que son todas distintas y por lo tanto cada una en sí misma resulta interesante.
A lo que se suma una promesa que esperamos sea cumplida de tener efectos especiales, pantallas y sorpresas, de su productor, Rafael Taveras.
¿La hora? Cosa de las ocho.