Las granceras

Las granceras

UBI RIVAS
La Secretaría de Medio Ambiente dispuso la clausura de todas las granceras que de manera irracional como desalmada extraen agregados del lecho de los afluentes, concediéndoles un plazo de 90 días que vence el próximo noviembre diez.

Es una resolución que debió producirse hace muchos años, inclusive en los 22 años del despotismo ilustrado, de arbitrariedades y de la única época post-Trujillo en que los altos mandos militares en verdad respetaban y le tenían miedo a un gobernante, todo lo cual antes y después fue y es cosmético.

En el gobierno desastroso anterior, la Academia de Ciencias señaló al gobernante de entonces 400 lugares de minas, yacimientos secos de agregados, donde es posible obtener los materiales requeridos en estado natural para la industria de la construcción, y se hizo caso omiso a ese señalamiento, inclusive en los tres años que transita este gobierno.

Empero, reza un refrán que «más vale tarde que nunca», y el tarde se ha materializado ya.

Solo un susper-ambicioso empedernido se ha opuesto a la saludable disposición de MA, no obstante disponer de una fortuna la que le resulta imposible siquiera reducir no importa los gastos dispendiosos que intente, pero así son los super-ambiciosos.

También la UASD ha recomendado al gobierno, con señalamientos precisos, la cantidad de enorme terrazas aluvionales de materiales y/o agregados para la crucial industria de la construcción, y el asunto estriba en la comodidad de acudir a los lechos cercanos de los afluentes, en vez de ir un poquito más lejos a procurar los señalados, sin perjudicar ni vulnerar los ecosistemas acuíferos.

En un año pre-electoral y de aprestos firmes transitando la reelección o el continuismo en las supremas instancias del poder, la decisión del presidente Leonel Fernández tramitada o transmitida a MA tiene un valor inconmensurable, porque revela que el gobernante antepone los intereses de los ecosistemas acuíferos en vez de al de medio millar de granceros que tienen que procurar sus agregados como la ley, la conciencia, sensatez, razón e interés social señalan.

Similar a esa disposición debiera en este año de grandes observaciones por la ciudadanía hacia sobre todo y con miras al certamen cívico del 16-05-08, el presidente Leonel debiera añadir la disposición firme de restaurar las cuencas de los principales afluentes, Yaque Norte y Sur, Nizao, Yuna, Chavón, Soco, Sanate, Higuamo, Isabela y Ozama, y el país apreciará que se legisla para todos, en un cambio auspicioso de captar adherencias.

En una nueva versión altamente positiva de «todo por los votos», en vez del Todo por la Patria o Todo por Trujillo. Hay, como se aprecia, varios todos por algo, aunque lo esencial que prevalezca debiera ser todo por el país.

Es, lo que se intuye, el Presidente intenta modificar de manera altamente altruista, que en buen sentido, traduce el beneficio por todos de una instancia presidencial.

El principal y más trascendental afluente del Caribe, no solamente del país y de la isla Hispaniola es Yaque del Norte, por el área en que transcurre, el valle también más amplio y feraz de las Antillas que cuando el Primer Almirante de la Mar Océano trepó al Santo Cerro y lo divisó, exclamó enardecido: «Es la tierra más fermosa que hojos humanos huviesen vido». (sic).

Son ejecutorias de alta trascendencia que el Presidente, visionario, avizor, sensato, ha captado en beneficio de sus paisanos que sabremos reconocerle, y sobre todo la musa Clío, éste y el otro gesto esperado que referencia esta entrega. ¡Que Jehová lo ilumine siempre, Presidente!

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