Las Hermanas Mirabal y una gran causa de las mujeres del mundo

Las Hermanas Mirabal y una gran causa de las mujeres del mundo

El deshonor de un crimen bestial sobre damas vulnerables, pero de una sensibilidad patriótica que las hacía opositoras y víctimas a la vez de la tiranía de Rafael Trujillo, puso fecha y energizó para siempre la lucha desde la humanidad contra las agresiones a mujeres.

Mártires de la sangrienta opresión que abatió a la nación dominicana hasta el año 1961, Patria, Minerva y María Teresa Mirabal alcanzaron la cima del homenaje perdurable convertidas en fuente inspiradora de reprobación a la barbarie.

Desde el 25 de noviembre de 1960 en que fuera derramada su sangre y la de Rufino de la Cruz, conductor del vehículo del que fueron arrastradas hacia la muerte, sus nombres están ligados a la rebeldía frente a la monstruosidad de las dictaduras, que con Trujillo alcanzaba la máxima expresión.

Asesinatos que acentuaron voluntades de lucha en una sociedad que sintió su martirio en carne propia, desencadenándose más hechos heroicos que viabilizaron, entre otros episodios libertadores, el ajusticiamiento del tirano y el fin de la era que llenaba de dominicanos y extranjeros las prisiones y centros de torturas.

Su martirio agregó un poderoso motivo para la sublevación contra el oprobioso régimen de las constantes desapariciones y que aniquilaba, reducidos a la obediencia, a los expedicionarios que llegaban del exterior a emancipar su patria.

Hoy procede reafirmar propósitos de liberar a la mujer de toda violencia, física y emocional, dentro de los límites de la nación dominicana.

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