“Las hijas de Abril”, un regreso afortunado para Franco

“Las hijas de Abril”, un regreso afortunado para Franco

Ciudad de México. Para Michel Franco la adolescencia es algo más que una edad en la que no se es niño ni adulto.

“Me interesa entenderlo como una etapa formativa en la que muchas cosas terminan de definirse”, dijo el cineasta mexicano en una entrevista reciente con The Associated Press. “De adolescente cometes los peores errores o por el contrario descubres las cosas que te van a hacer feliz por el resto de tu vida. Es una etapa muy interesante y llena de contrastes”.

Es un tema que ha abordado en cintas como “Daniel y Ana” y “Después de Lucía”, y más recientemente “Las hijas de Abril”, que le mereció su tercer premio en el Festival de Cine de Cannes el pasado mayo y que se estrena este fin de semana en México.

La cinta sigue a Valeria, una joven de 17 años interpretada por la actriz mexicana Ana Valeria Becerril que se enfrenta a un embarazo y al regreso de su distanciada madre a su vida.

“La pura imagen de una adolescente embarazada, que es como empieza esta película, es una imagen muy bella, llena de vida y llena de esperanza, pero también te da mucho nervio ver a una chica embarazada a los 17 años porque sabes que tal vez ni ella está consciente de todo lo que le viene por delante”, explicó el realizador.

Inicialmente Franco, que en 2015 ganó el premio al mejor guion en Cannes por “Chronic”, rodada en Los Ángeles, pensó filmar “Las hijas de Abril” fuera de México con una actriz estadounidense. Pero mientras escribía el guion, decidió que sería mejor volver a su país.

“Estoy convencido de que no hay un lugar donde pueda hacer mejor cine que en México”, dijo. “Quiero mucho a mi país. Me duele mucho también ver cuánta gente no vive con plenitud en México por muchos motivos, por todos los conflictos que hay, pero eso también se puede retratar en el cine”.

El cineasta ha sido galardonado en Cannes con el premio a la mejor película en la sección Un Certain Regard por “Después de Lucía” (2012), el premio al mejor guion por “Chronic” (2015) y el premio del jurado de Un Certain Regard por “Las hijas de Abril”.

“Regresar de Cannes por tercera vez con un premio y que se vuelva un motivo de festejo a nivel nacional, que el país se apropie de la película también me parecería un desperdicio irme a ser extranjero y perder esto en cualquier lugar”, recalcó.

“Las hijas de Abril” trata tanto de Valeria como de su madre, una atractiva española que tras el nacimiento de su nieta comienza a tener un comportamiento cada vez más errático y a sentir atracción por el padre de la bebé. El papel es interpretado a la perfección por la española Emma Suárez, la estrella de “Julieta” de Pedro Almodóvar.

“Me sedujo mucho este personaje y lo primero que tenía que hacer era liberarme de tabús, prejuicios y moralidad”, dijo Suárez a la AP. “La ley esencial para interpretar un personaje es no juzgar, entonces yo tenía que defender a esta Abril como fuera, … (hacer) que el espectador sintiera empatía, que de alguna manera comprendiese a esta mujer porque hay muchas Abriles en el mundo, más de las que nos podríamos imaginar”.

“Es más”, agregó la actriz, “yo seguramente en algún momento de mi vida me he comportado como Abril y soy inconsciente de ello”.

Por su parte Becerril, que al momento de filmar tenía 19 años, relató que para inspirarse escuchó testimonios de madres solteras que le hicieron ver que en muchos casos se embarazaban para evadir la soledad.

Valeria “se ve un poco obligada a madurar de golpe, a tomar decisiones no solo por ella sino por su hija y por su casa y eso lo hace más interesante, sobre todo el hecho de saber que se va a equivocar”, dijo Becerril.

Con el fin de plasmar una relación tan fuerte como la de Abril y Valeria, Franco siguió un método poco común. Primero, les pidió a Becerril y Suárez que vivieran con Joanna Larequi, que interpreta a la hija mayor de Abril, en la casa donde se rodaron muchas de las escenas. Incluso les dio libertad para modificar la decoración a su gusto. Luego filmaron en orden cronológico e incluyeron múltiples escenas de improvisación al tiempo que Franco iba editando.

“Supongo que tiene mucho que ver con que no fui a la escuela de cine y entonces hago las cosas como creo que es mejor hacerlas desde el sentido común”, dijo el director, quien estudió comunicación. “Cuando todos tenemos la misma película en la cabeza es difícil que … te equivoques de camino”.