Las huellas del 2007

Las huellas del 2007

El atentado que terminó con la vida de la líder pakistaní Benazir Bhutto podría perfilarse como el acontecimiento más relevante de un año que se ha caracterizado por enviar a la humanidad señales que parecen ser proyecciones importantes de lo que será el porvenir inmediato.

Se trata de un suceso que podría atizar la inestabilidad y la paz en una zona del mundo generalmente convulsa, e influir, como ya ha empezado a ocurrir, en el comportamiento de los precios de un nervioso mercado petrolero que amenaza seriamente las economías pequeñas.

Hay que esperar a ver cómo las reacciones internas en Pakistán, un país que posee armas nucleares, afectan el desenvolvimiento de un régimen que apuesta todavía a la celebración de unas elecciones legislativas a las que Benazir Bhutto acudiría con muchas posibilidades de salir triunfante.

Esas mismas reacciones internas, que colocan en confrontación muy riesgosa al gobierno y la oposición en Pakistán, podrían influir en la tirantez permanente entre este país y su vecino, La  India, involucrados en un conflicto territorial fronterizo.

II

En el ámbito mundial, entre los precios del petróleo y las consecuencias del calentamiento global estaría la agenda de lo que podría ser el 2008.

En países como el nuestro, la alianza entre las alzas petroleras y los desastres naturales motorizados por la alteración climática se perfila como un factor altamente influyente en el comportamiento general de una economía que, aún en esas condiciones adversas, se afirma que continuará creciendo.

 Si volvemos la cara hacia el suroeste asiático para dar seguimiento a la situación de Pakistán, al conflicto entre turcos y kurdos y a la vigencia del conflicto de Irak, veremos que en esa zona del mundo se movilizan variables de alta influencia en el mercado de hidrocarburos y, por consecuencia, en las economías de países que, como el nuestro, dependen de petróleo importado.

En el 2007 hemos sido sometidos a algunas pruebas difíciles, que podrían ser adelantos o ensayos de lo que está proyectado hacia el futuro cercano.

 III

En el  ámbito local, durante el año que concluirá en  pocas horas ha sido puesta a prueba nuestra capacidad para manejar desastres naturales como los provocados por las tormentas Noel y Olga.

Más que nuestro desempeño en el manejo de desastres en sí, lo que seguirá en prueba será nuestra habilidad para diluir las consecuencias y secuelas de estos desastres.

Otra prueba de aptitud en el 2007 en la que no hemos logrado buenas calificaciones ha sido en la de establecer vasos comunicantes entre el crecimiento de la economía y la capacidad adquisitiva de la gente, sobre todo en una economía que crece sin que en su crecimiento influya de manera determinante el aumento de la oferta exportable y, en cambio, con alta incidencia de las importaciones.

Los años son unidades de medición que operan como marcas de referencia, pero que no rompen la continuidad del tiempo ni de los acontecimientos.

Por tanto, sobre las huellas aleccionadoras de este 2007 tendremos que marchar hacia un 2008 cargado de señales  que seguirán poniendo a prueba nuestras habilidades.

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