Las huellas del deporte, hasta  la vejez

Las huellas del deporte, hasta  la vejez

Elmundo.es.  Mucho se ha hablado de los beneficios que tiene el ejercicio sobre la salud, como la reducción de peso, una menor tensión arterial o cifras más bajas de colesterol.

Un estudio muestra ahora cómo el paso del tiempo no borra esos beneficios sino más bien lo contrario. Aquellas personas que se han iniciado en una práctica deportiva durante su madurez consiguen evitar la enfermedad en su vejez. Incluso hasta los que han dejado la natación o el gimnasio para después de la jubilación pueden conseguir un efecto positivo sobre su expectativa de vida.

“Estar en forma no sólo retrasa lo inevitable, sino que en realidad disminuye el comienzo de una enfermedad crónica en los últimos años de vida”, afirma el doctor Jarett Berry, profesor de Medicina Interna y autor del estudio cuyos datos publica la revista “Archives of Internal Medicine”.

Para llegar a estas conclusiones, este investigador y el resto de su equipo analizaron los datos de 18,670 personas que formaban parte de otra investigación, el Estudio Longitudinal del Centro Cooper, que contenían más de 250,000 historiales médicos. Tras un tiempo medio de seguimiento de 26 años, se observó que no sólo sacan provecho de la actividad física aquellas personas que más deporte hacen, sino que  también quienes mejoran ligeramente sus hábitos a los 50 años logran beneficios. En concreto, simplemente pasar de caminar o correr algún día de forma esporádica a hacerlo de forma regular, con una media de 16 kilómetros a la semana, se traduce en una disminución del 20% en la aparición de una enfermedad crónica a los 65 o más años. “Lo que este estudio ofrece es que está focalizado en la relación entre el deporte en la etapa adulta y la calidad de vida años más tarde. Las personas en forma envejecen bien, con menos problemas crónicos que impacten en su calidad de vida”, explica el doctor Benjamín Willis, del Instituto Cooper, y principal autor de este estudio.

Como insiste Berry, el ejercicio como caminar o correr no sólo se traduce en más años de vida, sino en una mayor calidad de vida.

“Los resultados son una prueba excelente de la evidencia que apoya que el ejercicio ayuda a envejecer bien”, afirma Diane E. Bild, del Departamento de Ciencias Cardiovasculares del Instituto Nacional del Corazón, Pulmón y Sangre de Bethesda (Maryland, Estados Unidos) y autora de un editorial que publica también la revista “Archives of Internal Medicine”.

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