Las increíbles tarifas aéreas que no llegan a nuestro país

<p>Las increíbles tarifas aéreas que no llegan a nuestro país</p>

MARINA GINEBRA DE BONNELLY
El mundo es cada vez más dinámico, el cambio es una constante en la industria turística, el cliente es cada vez más exigente, los costos más altos y la competencia más intensa.

De esta dinámica es que han surgido las líneas de bajo costo (low fare airlines), pues debido a la coyuntura económica han tenido una innovación estratégica, redefiniendo totalmente la propuesta de volar para el turista.

Una línea aérea de bajo costo es aquella que ofrece bajas tarifas a cambio de eliminar servicios tradicionales a los pasajeros. Este concepto surgió en los Estados Unidos de Norteamérica a principios de los 90 y luego se extendió a Europa y al resto del mundo.

Como consecuencia del crecimiento de estas aerolíneas de bajo costo, que día a día adquieren más tráfico del mercado debido a su modelo económico, se han colocado en posición de gran competitividad (prácticamente manejan un 40% del mercado tradicional en Europa y un 25% de mercado en Latinoamérica). Las empresas tradicionales se han visto obligadas a modificar o redefinir su plan de trabajo así como su oferta de servicios, haciendo peligrar de esta manera monopolios en rutas de grandes líneas tradicionales.

Estas empresas de bajo costo han creado nuevos mercados, abriendo las posibilidades a un mayor flujo turístico en diferentes destinos, siendo esto posible debido a la apertura que han tenido los países con los derechos de las libertades del aire. La apertura de los cielos ha sido el elemento vital para el desarrollo de estas empresas.

Grandes ciudades, eminentemente turísticas, han visto aumentar su flujo de visitantes debido a las operaciones de estas aerolíneas, asimismo también se han creado nuevos mercados, utilizando este nuevo modelo empresarial. De hecho es importante señalar que se ha demostrado, según estadísticas, que los clientes que utilizan este transporte de bajo costo gastan más dinero a la hora de hacer turismo en el destino seleccionado.

Quién no viajaría con una oferta de Madrid-Barcelona por 16 euros o de Detroit-Jamaica por 30.00 dólares o de Milán-París por 31.00 euros??? Se imaginan ustedes un precio de San Juan, P R. a Santo Domingo por 10.00 dólares o de Nueva York a Santo Domingo por 25.00 dólares. Algún día, cuando se haga una debida promoción y se acaben algunos de los monopolios, veremos estas tarifas establecidas, para beneficio del mercado turístico dominicano.

Muchos se preguntarán cómo es posible la aplicación de estas tarifas aéreas por parte de estas empresas y hasta dónde esto podría afectar la seguridad de los pasajeros. Debemos explicar que cualquiera de estas aerolíneas de bajo costo, no importa su bandera ni en que país opere, deben cumplir con los más mínimos requisitos de la OACI (Organismo de la Aviación Civil Internacional), así como cumplir con las regulaciones aéreas de cada país que estas empresas operen.

La posibilidad de estas mini tarifas van de acuerdo a las características operacionales o modelo empresarial basado en la austeridad de sus operaciones.

La empresa en cuestión deberá contar con una flota de aviones compuesta de un único modelo (generalmente Air Bus 320 o Boeing 737); los equipos de estas aerolíneas no tienen asientos de clase primera ni de negocios; no cuentan con televisores abordo; sus reservas se hacen directamente a sus oficinas o través de Internet. Es decir no utilizan intermediarios como agencias de viajes a las que tendrían que pagar comisiones; no utilizan billetes impresos; no existen asientos numerados (los pasajeros se sientan donde elijan, acelerando así el embarque), operan en aeropuertos secundarios (donde existe menos tráfico de espera para aterrizaje y despegue así como los costos operacionales son menores); no hay servicios de comida ni de periódicos abordo; mayor cantidad de pasajeros debido a que el “pitch” (espacio entre asientos) es menor, así como también el exceso de equipaje es prácticamente prohibitivo pues solo permiten 33 libras por pasajero y en caso contrario cobran hasta un 17% más de la tarifa por cada libra de exceso.

Claro está que no todas las empresas aéreas de bajo costo presentan las mismas características, pero en general estas son las más aplicadas en estas aerolíneas.

Si en alguna ocasión se le presenta utilizar los servicios de alguna de las empresas de bajo costo, le sugiero hacer las siguientes investigaciones a través de las oficinas de la aerolínea o a través de Internet: Ver con qué equipos operan y el número de asientos con que cuentan pues algunas con un Air Bus 320 tienen 180 asientos significando que el “pitch” entre asientos es de 28 a 29 pulgadas y otros tienen sólo 156 asientos siendo el “pitch” de 30 a 35 pulgadas (que créanme en un viaje de un mínimo de 1 hora y 30 minutos estas pulgadas hacen una gran diferencia); investigar sobre las tarifas y sus limitaciones, tales como reembolsos y cambios; investigar también el costo del exceso de equipaje (esto es una pregunta obligatoria para nosotros los dominicanos), pues quizás lo que nos ahorremos en el precio de del boleto lo tengamos que pagar en exceso de equipaje. Actualmente en nuestro país operan algunas de estas aerolíneas de bajo costo como son Gol, EasyJet y Spirit aunque no ofrecen, como en otros países, tarifas de espanto.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas