¿Infecciones urinarias, de garganta o de oídos? La botánica le ofrece plantas medicinales para tratarlas de forma natural, sin los efectos secundarios de los antibióticos químicos.

Los antibióticos se usan para tratar infecciones causadas  por bacterias u hongos, pero pueden alterar el contenido microbiano normal del cuerpo en el intestino, pulmones, vejiga, etc., destruyendo uno o más grupos de organismos inocuos y generando infecciones debidas al crecimiento anormal de organismos resistentes.

“En el intestino tiene que haber flora beneficiosa que ayude a degradar determinados productos para que no haya toxinas”, comenta Sara Alonso Blasco, experta en Nutrición, Fitoterapia y Flores de Bach, de la Clínica Naturista Dalia, de Madrid.

“Si los antibióticos destruyen la flora favorable, crece la que no favorece y el efecto es doblemente dañino. Los antibióticos, además de acabar con las bacterias, bajan las defensas, con  lo cual la persona queda más desprotegida y corre el riesgo de padecer una infección posterior por gérmenes oportunistas.  También suelen disminuir las concentraciones de vitaminas y minerales en el organismo. Muchas veces, cuando el médico receta un antibiótico químico aconseja al paciente que vuelva a la consulta para darle un complejo vitamínico que le reponga de los efectos del medicamento”, comenta Alonso.

Aunque los antibióticos  cumplen una importante función para tratar muchas infecciones, no deberían usarse para infecciones menores que pueden curarse solas o con productos naturales.

A continuación, en este artículo se presentan algunos ejemplos.

Salud natural

Ajo, excelente para combatir  resfriados
Este popular condimento combate y previene los resfriados por su fuerte poder antiviral. Inhibe el desarrollo de numerosas bacterias y hongos y ejerce una acción desinfectante en el intestino. Es muy útil para tratar las infecciones de pecho y las infecciones por hongos.