Fuente externa.
Pone los pelos de punta pensar en lo frágiles que pueden llegar a ser nuestros adolescentes.
Llegado el momento llegarán las ofertas y habrá un sí o un no. Y en muchos casos, lamentablemente dependerá solo de la influencia que ejerzan en ellos los amigos. Parece pesar mucho lo populares o impopulares que puedan lucir ante los demás. Nadie quiere quedarse atrás, no vayan a decir. Calificativos como ¨tigre¨ o ¨palomo¨ suelen pesar demasiado en la toma de decisiones.
Padres y educadores deberíamos preocuparnos para incentivar a que desde edades tempranas, hijos o estudiantes tomen sus propias decisiones. En esto la cultura tiene un papel protagónico porque junto con la información viene la opinión y sobretodo el criterio. Y eso es lo esperable, que cuando llegue el momento de decir sí o no a las ofertas de alcohol, cigarrillos, drogas o sexo, la decisión sea tomada en base a una buena información, con una opinión argumentada y con criterio propio.
Estas actividades hechas a destiempo, provocan en no pocas ocasiones, baja autoestima, traumas o una escalada en intensidades o frecuencias verdaderamente peligrosas.
Cada cosa a su tiempo.