Hoy 
La semana pasada participamos del primer encuentro andino de Infectología, celebrado en Quito, Ecuador, organizado por la representante de la Asociación Panamericana de Infectología en ese país, la Dra. Paulina Celi.
Además del encuentro, celebramos el primero de tres talleres para elaborar por primera vez las guías de inmunizaciones para los adultos de los países latinoamericanos, en colaboración con la Organización Panamericana de la Salud.
En este primer taller se definieron los contenidos y metodologías de los grupos de trabajo según experticia de los participantes y las diferentes patologías inmunoprevenibles.
Hasta hace poco, en la mayoría de los países latinoamericanos, las inmunizaciones estaban enfocadas únicamente a la prevención de enfermedades en los niños hasta los seis años de edad; sin embargo, en la medida que ha avanzado la ciencia en inmunizaciones y la promoción para el mejoramiento de la calidad de vida que debemos llevar los humanos, la prevención de enfermedades es una necesidad y derecho que tienen todos los grupos poblacionales de cualquier país.
Para mayor comprensión, dividimos las inmunizaciones en el grupo de los adolescentes de los 11 a los 19 años de edad; embarazadas; las ocupacionales tales como estudiantes y trabajadores de la salud, bomberos, militares y policías; recogedores de basura; manipuladores y vendedores de alimentos; en las personas viviendo con el VIH y otras causas de inmunocompromiso y adultos mayores de 65 años de edad y viajeros.
Por otro lado, se hizo una lista de patologías prevenibles por vacunas, tales como: hepatitis A y B, Difteria, Tétanos y Tosferina, Sarampión, Rubéola y Paperas, Varicela y Herpes Zoster, Neumococos y Meningococos, Influenza, Fiebre Amarilla, Fiebre Tifoidea, Poliomielitis y otras.
Se designaron expertos de diferentes países latinoamericanos por temas a desarrollar con las informaciones más actualizadas y recomendaciones de las diferentes vacunas que deben aplicarse en cada grupo de personas.
Los expertos en inmunizaciones para cada una de estas patologías que laboran en la Organización Panamericana de la Salud, serán la contra parte, y esperamos editar Las Guías de Inmunizaciones para Adultos de Latinoamérica en aproximadamente un año.
Estas guías servirán de ayuda a enfermeras, médicos de atención primaria, así como a los especialistas de todas las ramas de la medicina y a la población en sentido general, ya que los adultos, sobre todo aquellos con enfermedades crónicas del corazón, pulmones, riñones, hígado, cáncer, diabetes, trasplantados y muchas otras más, necesitan más protección que la población adulta sin complicaciones.
En nuestro país al igual que muchos otros en América Latina, necesitamos insistir en las bondades de las inmunizaciones en los adultos, comenzando por los profesionales de la salud que por diversos motivos no han podido educarse adecuadamente en el campo de las inmunizaciones.
A mi entender, la poca información sobre la necesidad de inmunizar a los adultos ha sido una falla multisectorial en lo que se incluye a los ministerios de salud; las escuelas de medicinas; las sociedades médicas especializadas, excepto la de pediatría e Infectología, y las propias industrias y compañías farmacéuticas que les ha faltado un adecuado mercadeo en los médicos tratantes de adultos.
Esperamos que este esfuerzo científico colaborativo de los Infectólogos de los países latinoamericanos, conjuntamente con la Organización Panamericana de la Salud contribuya a mejorar la calidad de vida de los adultos en todo el continente y ayude a disminuir la morbilidad y mortalidad de enfermedades que hoy día en el mundo de países desarrollados están prácticamente desaparecidas.
