Las lecciones de la historia

Las lecciones de la historia

En este mundo globalizado en crisis financiera, cabe recordar, desde los latinos, la frase “Sic Transit Gloria Mundit” (así pasan las glorias del mundo), que es un recordatorio para los imperios y países de que independientemente de la huella que han dejado en la historia, existe un ciclo de desarrollo, esplendor y caída de los mismos, debido a múltiples causas, cuyo censo realizó hace algunos años, un profesor de historia de Harvard, Niall Ferguson, por las lecciones que ofrece para el presente y futuro.

Llama la atención, en base al censo citado, que el promedio de duración de los imperios y dinastías, en cuanto a su número de años, va desde el Imperio Romano con 829 años, el Oriente Medio 469, el Chino 384 años, Egipto 365, Europa del Oeste 354, Europa del Este 348 años, Persia 235, India 235 y los Imperios del Siglo XX, unos 57 años.  Cabe recordar que China, su economía fue el país más rico del mundo hasta 1853 y hoy está de vuelta.

Así, el Imperio Otomano duró 469 años (1453 – 1922), la Casa de Habsburgo 392 años (1526 – 1918), el Imperio Británico 336 (1620 – 1956), el Imperio de los Romanov 304 (1613 – 1917), la Dinastía Qing 267 años (1644 – 1911), Imperio americano 106 años (1898 —–), Imperio Bolchevique 69 años (1922 – 1991), República Popular de China 57 años (1949—-), Imperio Japonés 49 años (1895 – 1944), Régimen Nazi 12 años (1933 – 1945), éste último aspiraba el Tercer Reich, al imperio de los mil años.

El sesgo “occidental” de la historia, que siempre ha sido excluyente, y no le da la categoría de imperios, independientemente del valor semántico de esta expresión al Imperio Azteca, el Imperio Maya y el Imperio Inca que alcanzaron un desarrollo sólo comparable al Imperio Egipcio, en cuanto al uso de los cálculos astronómicos, arquitectura y organización social, quedando un testimonio de ello, en el caso del Imperio Azteca en las cartas de Hernán Cortez a los Reyes de España, donde expresaba su admiración a las ciudades aztecas, comparables en su opinión a las ciudades europeas de la época.

Ahora, dos mil años después del Imperio Romano, que tuvo una sola moneda, aún con los retos y desafíos que enfrenta la Unión Europea, ésta logra la meta de tener una sola moneda, el Euro, con libre circulación de las mercancías, libre circulación de los capitales y libre circulación de las personas, dentro de un esquema de integración económica; armonización de sus políticas económicas, financieras y fiscales con un Banco Central Europeo y búsqueda de una Constitución, perfilando aún con los dolores del parto, un Imperio Europeo aún en proceso de definición.

El Sigo XXI, comienza a ser testigo de que dos colosos asiáticos, la República Popular de China (RPC) y la India, se perfilan como los dos nuevos imperios, inclusive se habla de Chindia como un súper polo económico.  La inversión doméstica en China promedia del 40% al 50% del PNB cada año y en el caso de la India a un promedio del 22% al 23%.  China está ingresando como miembro del BID aumentando su presencia en América Latina y el Caribe.

Parecería que los imperios del Siglo XXI serían los asiáticos.

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