Las líneas de fallo que subyacen bajo la crisis no se han marchado

Las líneas de fallo que subyacen bajo la crisis no se han marchado

MARTIN WOLF

Hace casi tres años de que el mundo se hizo consciente de los temblores financieros venideros. Desde entonces hemos experimentado un terremoto en el sector financiero, un colapso en la actividad comercial y una respuesta monetaria y fiscal sin precedentes.  La economía mundial se ha recuperado.  Pero esta crisis está lejos de terminar.

Como Raghuram Rajan de la Escuela de Negocios de la Universidad de Chicago y anterior economista jefe del Fondo Monetario Internacional destaca en un nuevo libro, » Fallas. Cómo fracturas escondidas aún amenazan a la economía mundial.* Adelante pueden quedar más problemas. Su voz es una que vale la pena escuchar: en el 2005, presentó un polémico, pero ahora aclamado, documento durante la conferencia monetaria en Jackson Hole titulado «¿Es que el desarrollo financiero hizo al mundo más arriesgado?” Su respuesta: Sí.

Nosotros ya sabemos que el terremoto de los últimos años ha dañado las economías occidentales, dejando aquellas de los países emergentes, especialmente Asia, de pie. También ha destruido el prestigio occidental. El oeste ha dominado el mundo económicamente e intelectualmente durante por lo menos dos siglos. Esa época se terminó. Hasta ahora, los gobernantes de países emergentes tuvieron aversión a las pretensiones del oeste, pero respetaron su competencia. Esta ya no es así. Nunca jamás tendrá el oeste la única palabra. La subida del Grupo de las 20 principales economías refleja nuevas realidades del poder y de la autoridad.

Sin embargo, esto dista de ser el único cambio en el paisaje global. La crisis ha revelado defectos profundos dentro de economías occidentales y la economía global como un todo. Es posible que seamos incapaces de evitar terremotos adicionales.

En su libro, el profesor Rajan señala el estrés político domésticos dentro de E.U. Similar estrés surge en Europa occidental. Pienso en ello como el fin «del trato». ¿Cuál era ese trato? Fue el arreglo posterior a la segunda guerra mundial: en E.U., el trato se centró en el pleno empleo y en el alto consumo individual. En Europa, se centró en el bienestar proporcionado por el Estado.

En E.U., la elevada desigualdad y las rentas reales estancadas han amenazado durante mucho tiempo este trato. Así, el Profesor Rajan nota que «de cada dólar del crecimiento de rentas reales que fue generado entre 1976 y 2007, 58 centavos fueron al tope del 1% de los hogares». Claro que esto impresiona.

«La respuesta política a la desigualdad creciente fue de expandir los préstamos a los hogares, especialmente de ingresos bajos». Esto llevó al quiebre financiero. Como el profesor  Rajan hace notar: “[el sector financiero] las fallas en la crisis reciente incluyen estímulos distorsionados, arrogancia, envidia, fe mal depositada y comportamiento de manada. Pero el gobierno ayudó a que esos riesgos parecieran más atractivos de lo que debieron haber sido y abstuvieron al mercado de ejercitar disciplina».

La era de crédito fácil, mucho de ello garantizado por hipotecas, ha llegado a su fin. Mientras tanto, en todos los países occidentales, el estado apoya el bienestar del individuo. Pero las consecuencias fiscales de esta crisis – una subida inmensa en déficit – interactuarán con presiones del envejecimiento, para hacer del rigor fiscal el tema de la política por décadas. El largo mercado bajista en acciones y perspectivas para una recuperación “sin esfuerzo” añade aún más a estos infortunios.

Es poco sorprendente entonces que la política de países occidentales, y sobre todo de E.U. ha llegado a ser discorde. El presidente Barack Obama – un centrista pragmático – es vilipendiado. En la derecha, la llamada es de derrocar el gobierno moderno en un esfuerzo de volver al siglo XVIII. Entonces, esto es una crisis del propio gobierno.

Exacerbar estas líneas internas de fallo dentro de economías occidentales son ésas en la economía mundial. Aquí el profesor Rajan señala dos riesgos: primero, la dependencia en la estructura de exportación de varias economías, especialmente Japón, Alemania y ahora China; y, segundo, el choque no resuelto de sistemas financieros. La interacción entre líneas globales de fallo y ésas dentro de las economías domésticas de países occidentales, especialmente E.U., ayudaron a disparar la crisis y ahora lo hace difícil para reedificar.

Como hace notar el profesor Rajan, varias economías significativas han construido sus economías alrededor de las exportaciones. La dependencia resultante en la demanda extranjera significa la crédito-dependencia que orgullosamente evitan surja en casa en el extranjero. La limitación sobre ellos es la que el Prof. Rajan describe como un «sector políticamente fuerte pero muy ineficaz en cuanto a la orientación doméstica”. El problema es que los países que proporcionaban la demanda – E.U., a nivel mundial, o España, en la eurozona – tienen sectores privados sobre-endeudados. Entonces vemos una batalla de suma cero sobre acciones de demanda global estructuralmente deficiente. Esto es una amenaza a la supervivencia de la eurozona e incluso de la economía abierta del mundo.

Asimismo, ha demostrado ser muy difícil manejar la integración de sistemas financieros basados en los mercados con unos basados en relaciones personales e incluso políticas. Los episodios de entradas de capital a gran escala del anterior al último acabaron en crisis

 Esto entonces llevó a las inmensas acumulaciones inmensas de las reservas de divisa que ayudaron a conducir la crisis actual.

Zoom

Flujos de capital

 Hoy, los riesgos de flujos de capital a gran escala a través de las fronteras son inquietante evidentes. Puede que hasta sea duro sostener la integración financiera. La crisis puede ser vista como el producto de líneas de fallo dentro de las avanzadas economías occidentales – sobre todo, en E.U. – y en las relaciones entre países avanzados y el resto del mundo. El desafío de volver a alguna forma de estabilidad razonable, manteniendo una economía global abierta, es enorme. Cualquiera que piense que la presente frágil recuperación representa el éxito con estas tareas, a lo sumo es miope. Podemos ver dos amenazas inmensas delante de nosotros. La primera es el fracaso en reconocer la fuerza de las presiones deflacionistas.  La segunda amenaza es el fracaso de asegurar los cambios estructurales a mediano plazo en posiciones fiscales, en la gestión del sector financiero y en la dependencia de exportación que son muy  necesarias .

Inversionistas ven positivas las pruebas de estrés a la banca

La vista corta

james mackintosh

 Los detalles de las pruebas de estrés fueron bien recibidas por los inversionistas la semana pasada.  Los analistas permanecen fríos ante los números que se filtraron sobre las pérdidas probadas en bonos del estado tenidas en las carteras bancarias – registradas al 17% para los bonos griegos, menos de lo que muchos querían – pero las acciones bancarias se recuperaron y los mercados monetarios se calmaron.

Desafortunadamente, existe el gran riesgo de que los mercados hayan malinterpretado las pruebas. En privado, los reguladores dicen que el «recorte» – o la reducción del precio establecido – en bonos soberanos es sólo una pérdida asumida de operaciones. Ningún impago gubernamental está siendo probado.

 Esto significa que la mayoría de bonos periféricos del país, que no son marcados para vender por los bancos, serán afectados sólo indirectamente, por la suposición de una recesión de doble-inmersión en Europa. Esto forzará a los bancos a bajar sus clasificaciones crediticias internas de los gobiernos, y así retener más capital contra su deuda.

Esto no es que no sea nada. Como tampoco lo es el recorte que los inversionistas piensan que está siendo aplicado. Los mercados monetarios se han dado cuenta de que pueden haber sido demasiado positivos en su reacción inicial a los detalles de la prueba.

La extensión de Euribor-Eonia de tres meses, una medida del temor de bancos de prestarse uno al otro, ha subido bruscamente, después de haber llegado a su punto más bajo desde agosto del 2007 luego de que los detalles surgieran. Las acciones bancarias, por contraste, han guardado sus ganancias del 13%.

¿Tienen los inversionistas verdadero interés en los detalles de las pruebas? Raramente, los mercados captan más de un hecho a la vez. En este caso, el hecho notable no es si las pruebas de estrés son suficiente estrictas sino el hecho que de realmente se están llevando a cabo. Europa puede haberse sacudido de su manejo de la crisis griega pero es difícil creer que los reguladores se embarcarían en pruebas bancarias públicas sin saber de dónde vendrá el dinero para recapitalizar a aquellos que fallen.

Si las cajas españolas y los bancos griegos fallan las pruebas y son fijados, el trabajo está hecho. Después de eso, los mercados pueden cambiar su foco hacia los otros bancos débiles de Europa y preguntar si las pruebas son suficientemente duras.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE MARIA DEL CARMEN MARTÍNEZ

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