Este diario recoge en su edición de ayer informaciones contradictorias sobre los efectos de la tormenta tropical Hanna en la agropecuaria.

El presidente de la Federación   de Productores de Arroz, Oliverio Espaillat, reveló  que “las pérdidas por rendimiento de la actual cosecha de verano serán afectadas entre un 15 y 25% debido a las lluvias y fuertes vientos provocados por la tormenta Hanna. Advirtió que de continuar las condiciones climáticas como están, las pérdidas podrían alcanzar el 50%, lo que sería una sentencia de muerte para el sector”. Espaillat  explicó que la tormenta no   inundó    las plantaciones, pero que la falta   de sol y el exceso de humedad  provocaron fuertes hongos y bacterias, lo que da lugar a que las espigas se “vaneen”, o sea, queden vacías.

El sector bananero, según la misma nota, prevé pérdidas de 2-3%. El representante de los bananeros,  Luis Bonilla, reportó que los vientos derribaron unas 10,000 matas de guineo.

En una nota de la sección económica se informa que “El secretario de Agricultura, Salvador    Jiménez,  informó ayer que hasta ahora los fenómenos atmosféricos que han pasado por el país, sobre todo las intensas lluvias, no han afectado de manera significativa a la agropecuaria”.

Jiménez citó informes región por región, indicando que “los torrenciales aguaceros que se vienen registrando en los últimos días no han provocado ningún daño a las plantaciones agrícolas, a excepción de algunos platanales   afectados por los vientos”.

¿A quién creerle? Los arroceros y bananeros por lo menos suministraron fotografías ilustrativas, las cuales el periódico publicó en su página 12A.