Las madres solteras

Las madres solteras

La modificación o aprobación de leyes sobre los derechos de la mujer, han provocado en el país importantes cambios en la relación de pareja.

Es a partir de la década del 90, del pasado siglo, cuando se dictan normas proteccionistas para las féminas que – sin temor a ser crucificado – se han tornado más adversas que beneficiosas para el llamado sexo débil.

¿Por qué? En una sociedad con acentuada tradición machista, el hombre siempre trató de imponer voluntad y decisión.

Al creerse sobre-protegidas por los nuevos códigos, la mujer ha tratado de romper viejos esquemas, a veces con negativos resultados.

Los conflictos intrafamiliares, antes dirimidos en el seno del hogar, adquieren a veces en los tribunales especiales sentencias irresolubles de “lo tomas o lo dejas”. Aun así, admito la trascendencia de esas instancias judiciales.

Pero he aquí la parte medular. Ante cualquier intransigencia de las partes, viene la inevitable separación o divorcio.

Si no hay un fuerte sostén económico de la madre, ésta intentará probar suerte con nueva pareja que, cuando existen hijos mayores de una anterior relación, se traducirá en “otros” conflictos.

En razón de que el renovado vínculo por lo regular se da fuera de legitimidad, entonces la mujer pasará a ser madre soltera.

En los casos de un segundo fracaso, la mujer termina aventurando.

Son conocidos casos de madres solteras que han tenido que abandonar sus hijos y procurar nuevos horizontes, con la lógica descomposición familiar.

Ahí se da, inevitablemente, el problema social que surge de la desprotección a los hijos.  

Publicaciones Relacionadas

Más leídas