Las grandes masas de agua se mueven en corrientes, olas y mareas. Las mareas son producidas por la atracción de todos los astros sobre la superficie terrestre y afectadas por la aceleración Coriolis. No obstante, las influencias fundamentales provienen de la Luna y el Sol.

En 1685, Isaac Newton alcanzó el momento culminante de la revolución científica cuando descubrió la Ley de la Gravitación Universal. Sencilla ley, fácil de entender y decisiva, que dice: la fuerza de atracción entre dos cuerpos es igual al producto de sus masas dividido por el cuadrado de la distancia que los separa.

La Luna tiene menos masa que el Sol, por tanto, el Sol atrae más, pero, la Luna está mucho más cerca de la Tierra que el Sol, en consecuencia, el «exceso» de atracción del Sol con relación a la Luna es descontado con creces por la diferencia entre los cuadrados de la distancia: Luna-Tierra, LT; y Sol-Tierra; ST (LT por LT es mucho menor que ST por ST).

El esfuerzo de atracción de la Luna en el centro de la Tierra es de 3.38 mg (0.00338 Kg), el cual queda neutralizado por la fuerza centrífuga del mismo valor y sentido contrario, sin embargo, el esfuerzo que se ejerce sobre la superficie terrestre que mira a la Luna es de 3.49 mg y del lado contrario es de 3.27 mg. Sacando cuentas: del lado de la Luna 3.49-3.38=+0.11 mg y del contrario 3.27-3.38=-0.11 mg, el signo positivo indica que las aguas quisieran salir hacia la Luna y el negativo que ellas se dirigen al «centro» de la Tierra. Estos cálculos son ilustrativos y están hechos a nivel del ecuador. Ciertamente, cuando la posición que nos interesa cambia sobre la Tierra o la Luna se traslada alrededor de la Tierra, las distancias varían y por tanto las fuerzas de atracción o repulsión. Las componentes no balanceadas máximas ocurren en las latitudes 45N y 45S.

Las resultantes de las restas precedentes mueven el agua de océanos, mares y lagos produciendo las mareas que siguen los movimientos de la Luna. Así, cuando: Luna-Sol-Tierra están en una misma línea se observa la marea viva, alta o sizigia que se produce en luna llena es la marea viva de conjunción y la que se produce en luna nueva se denomina: marea viva de oposición.

Las mareas que se producen en los cuartos crecientes o menguantes se designan: mareas muertas, bajas o de cuadraturas puesto que la Tierra, el Sol y la Luna forman un ángulo de 90.

Las mareas ocurren cada 6 horas y 12 minutos, es decir, cuatro en 24 horas. Sin embargo, las costas cambian estos tiempos, porque la fricción del agua al pasar reduce la velocidad, retrasa las entradas o salidas de bahías, golfos o ensenadas y distorsiona todo el movimiento armónico concebido matemáticamente.

En nuestro país las mareas son de hasta 0.60 m en la costa sur y 2.40 en la norte. Hay lugares como Sr. Malo, Francia, donde las mareas alcanzan unos 18 metros de amplitud.

Para los países que no quieren o no pueden medir sus mareas, afortunadamente existen lugares correspondientes, es decir, que tienen las mismas mareas, verbigracia, si queremos saber las mareas en San Pedro de Macorís sin medirlas, localizamos su punto correspondiente que en este caso está en el Golfo de México y tomamos sus datos.