Las Mariquitas, añoranza en papel

Las Mariquitas, añoranza en papel

POR LILIANA CEPEDA
¡Las inolvidables “mariquitas”! Digan que sí. Yo sé que sí. Todas o casi todas recuerdan con añoranza todo lo que nos divertíamos con las mariquitas. Y es que nuestras “Barbie de papel” eran realmente lindas.

Las mariquitas no eran más que unas simpáticas muñequitas de papel con las que las niñas pasaban la tarde jugando. Algunas veces las tenían por moda, por gusto o simplemente porque los padres no podían comprar una Barbie real; aunque esta fuera la realidad, no era motivo para sentirse al menos.

 Al contrario, las mariquitas venían con tantas posibilidades que era imposible aburrirse. La ropa y los accesorios también eran de papel y las niñas tenían la tarea de recortar cada uno de los cambios.

Era realmente fascinante cambiarlas de ropa una y otra vez y simular que iban a estudiar, a trabajar, a practicar deportes y lo que más gustaba: ir de compras.

La historia de este entretenimiento cuenta con dos presentaciones. Está esa mariquita que apareció primero con la figura de una niña gordita y coqueta,  destinada a las más pequeñitas que preferían tener una versión en papel de sus muñecas.

Luego, un poco más tarde, la mariquita que conocíamos se transformó en una joven mucho más estilizada que se mantenía siempre al último grito de la moda.

 De seguro que las niñas que entraban a la adolescencia en esa época tienen muchas anécdotas que contar.

No importa con cual de ellas, lo importante es que haya tenido la oportunidad de jugar con una de estas muñequitas. Y si no lo hizo, no se preocupe. Si se dedica a buscarlas con cuidado, es posible que logre encontrarlas en una librería no muy lejana.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas