Las sopas y cremas, ya sean calientes o frías, aseguran una dieta equilibrada. Si son preparadas con alimentos que, entre otras propiedades, sean diuréticos y desintoxicantes, estas recetas se convertirán en ideales para completar cualquier dieta de adelgazamiento.
Incorporar las sopas en una dieta para perder peso nunca es una mala idea. Es que, cuando están compuestas por los ingredientes indicados, los resultados suelen ser muy buenos: aportan nutrientes, minerales, vitaminas, fibras, tienen propiedades saciantes, diuréticas y mucho más.
¿Por qué debes tomar sopa en una dieta? Tomar sopa en una dieta es algo completamente recomendable. ¿Por qué? Porque te saciará, y si las haces solo de vegetales serán bajas en calorías, además de que incluso pueden estar preparadas a partir de elementos que sean buenos para perder peso. De esa forma, también aprovecharás sus propiedades, ya sean diuréticas, depurativas, quema grasas o lo que corresponda, según el caso.
Las puedes tomar como complemento de la dieta diaria, pero además existen dietas que son solo a base de sopas, como por ejemplo la “dieta de la sopa de tomate”, que es desintoxicante y consiste en consumir a diario una sopa de tomate, con lo que dicen que puede llegar a ayudarte a perder hasta 5 kilos en una semana, que es lo que dura la dieta y no se debe extender.
También debes tener en cuenta que se trata de un régimen sumamente restrictivo, donde tendrás que tomar la sopita de tomate y acompañar con lo que se indique para cada día en el plan.
Sopa de repollo
1 repollo, 6 cebollas grandes
2 ají morrón verde, 6 tomates
1 paquete de apio, sal, pimienta
Preparación. Corta las verduras. Coloca agua en la olla y pon al fuego. Introduce las verduras cortadas, añade la sal, pimienta o cualquier otro condimento que te agrade. Espera hasta que entre en ebullición y luego deja hervir por diez minutos. Baja el fuego y deja que se cocine la sopa a fuego lento durante 30 minutos o hasta lograr la consistencia de las verduras. La dieta consiste en tomar sopa de repollo y toda la fruta que desees, excepto guineo maduro. Beber té sin azúcar, café negro, jugo de arándanos o agua.
Sopa de cebolla
6 cebollas, 1 apio, 2 pimientos, 1 repollo, 6 tomates.
Preparación. Lava y corta las verduras en trozos pequeños. Hierve en abundante agua durante 20-25 minutos, salpimenta al gusto y ya está lista. Puedes tomarla de entrada y, de plato fuerte, una ensalada.
Crema de brócoli
1 libra de brócoli, 1 vaso de leche desnatada, 1 cucharadita de mantequilla, aceite de oliva virgen, nuez moscada y sal (opcional)
Preparación. Cuece el brócoli al vapor por 1-2 minutos. Coloca la mantequilla, un poco de aceite, el vaso de leche y el brócoli en una cazuela con agua (añade una pizca de sal). Dale un hervor, y pasa a la batidora para obtener la crema. Toma como plato único.
Sopa de alcachofa y apio
1/2 kilo de alcachofas, 1 manojo de apio, media taza de zanahorias picadas, medio litro de agua, 1 limón, pimienta y sal (opcional).
Preparación. Limpia las alcachofas, corta y añade al agua hirviendo, para cocinar durante 10 minutos aproximadamente. A continuación, añade el apio y las zanahorias y, por último, el zumo del limón. Deja cocer durante 20-25 minutos. Salpimenta y dejar reposar. Se puede acompañar de una pechuga de pollo a la plancha.
Sopa de verduras para adelgazar
1/2 libra de auyama
40 gramos de zanahorias
1/4 de libra de acelgas
1/3 de libra de zanahoria
Un manojo de puerro
2 cebollas
1 litro de agua
Condimentos al gusto
Preparación. Lava la verdura y córtala. Coloca en un recipiente las verduras crudas en un poco de agua. Cocina a fuego lento con el recipiente tapado. A medida que se evapora el agua, agrega el resto. Mantén a fuego lento hasta la cocción total. Esta receta de sopa de verduras bajas en calorías aportará pocas calorías en mucho volumen, y quita el hambre.