Las metas de Danilo y 4% del  PBI

Las metas de Danilo y 4% del  PBI

El gobierno de Danilo Medina habrá de enfrentar a partir del 16 de agosto próximo el enorme desafío de asegurar el derecho de todos los dominicanos de acceder a un sistema de instrucción pública de calidad, agregada a la del bienestar de los ciudadanos, el desarrollo económico del país, y la reducción de la brecha que separa las personas que disfrutan de toda suerte de comodidades de aquellas que subsisten en medios de grandes precariedades.

Tomando en cuenta que la pobreza y la desigualdad están presentes en toda la geografía dominicana y que lo mismo sucede en la educación, habremos de concluir que al licenciado Danilo Medina le aguarda, en las áreas mencionadas, una tarea extremadamente difícil.

En materia de instrucción pública, son muchas las cosas que aquí quedan por hacer entre las que se hicieron a medias, y entre las que nunca se hicieron: formar y capacitar maestros y elevar sus emolumentos a un nivel que les permitan disfrutar de una vida digna acorde con sus delicadas funciones; reducir a niveles no significativos el porcentaje de analfabetos entre las personas adultas; universalizar la oferta de educación inicial, básica y media y elevar la calidad de la enseñanza y la competencia de los alumnos de esos niveles en consonancia con las exigencias de la sociedad en un mundo que vive profundas y aceleradas transformaciones; Incorporar nuevas tecnologías en el proceso de enseñanza aprendizaje; diseñar currículos afines con las competencias que los alumnos, futuros técnicos y profesionales, van a necesitar para integrarse al mundo laboral; desarrollar un sistema integrado de educación técnico profesional, y, elevar el nivel educativo y cultural del conjunto de la población. También, construir y reparar cientos de aulas y adquirir equipos de laboratorios y tecnologías de última generación

¿Es posible que el gobierno de Danilo Medina se enfrente con éxito a tales problemas con los enfoques y las estrategias utilizadas hasta el momento?

 El autor de estas líneas sostiene, diferente a otros, que nuestro sistema de instrucción pública podría funcionar mejor, pero que no funciona tan mal como a la mayoría de las gentes cree. Piensa que el nivel de partida no estará tan alejado de los objetivos que habrán de plantearse para enfrentar con éxito la magna tarea que tenemos por delante.

Disponemos de técnicos, especialistas y gestores de educación en número y calidad suficiente como para enfrentar con éxito la tarea de hacer posible la educación que queremos. Gracias a los sacrificios y los reclamos de muchos, la educación de los ciudadanos dominicanos está en el centro de los debates ideológicos y políticos.

La inversión del 4% del PBI en educación figuró como la principal promesa de campaña en el torneo comicial recién pasado, por lo que podemos contar que a partir de enero del 2013 el Ministerio de Educación se desenvolverá con un presupuesto que duplique el actual. Más claro: en el año 2013, el presupuesto de educación se elevará de 58 mil 500 millones a 117 mil, 188 millones de pesos, lo suficiente para empezar a mejorar, a “hacer lo que nunca se hizo”.

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