La participación de las dominicanas en los ámbitos políticos y económicos indudablemente ha dado un salto cuantitativo y cualitativo en los últimos 50 años, pero pese a romper las barreras de la clasificación del trabajo, de ser punteras en las matrículas universitarias, de posicionarse cada vez más en altos puestos ejecutivos y de mantenerse firmes en el accionar político, todavía persisten fuertes brechas que dilatan su desarrollo.

Al conmemorarse hoy el Día Internacional de la Mujer cabe señalar que, en el área económica, la participación laboral de las mujeres está por debajo de los hombres, pues según las estadísticas de la Tesorería de la Seguridad Social (TSS), de los 2,150,222 empleos registrados hasta enero de 2022, el 53.56% corresponde al segmento masculino y el 46.44% al femenino.

Sin embargo, en ese informe aparece una ligera mejoría de la brecha salarial, pues en promedio las mujeres perciben RD$28,697 y los hombres RD$28,382.

Respecto a la pobreza monetaria, en República Dominicana la pobreza entre la población femenina es superior a la de los hombres, según los datos del Boletín de Estadísticas Monetarias del 2021, elaborado por el Ministerio de Economía, Planificación y Desarrollo.

En ese documento se señala que en 2020 la tasa de pobreza general femenina fue de 24.6%, y la de los hombres de 22.04%; en 2021 esas tasas pasaron, respectivamente, a 25.7% y 21.8%.

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Esos niveles porcentuales aparecen en el contexto del impacto que tuvo la pandemia covid-19 en la economía, y en ese sentido se evidencia que en esa crisis las mujeres quedaron fuertemente golpeadas.

Respecto a la educación, uno de los datos más relevantes es que las mujeres representan el 62% de la población universitaria, un crecimiento que ha sido exponencial desde la década de 1970, cuando ese porcentaje alcanzaba un 40%.

Sin embargo, ese segmento de la población no ha dado un salto cuantitativo hacia las ciencias y las tecnologías, pues se mantiene en las áreas de humanidades.

Desigualdad en política

Una brecha que ha sido difícil de reducir es la participación política de las mujeres, aunque por ley los partidos deben asignar el 33% de los cargos electivos a ese segmento de la población.

Para muestra basta señalar que, en las elecciones generales de 2020 se escogieron 52 mujeres y 170 hombres. Esa matrícula femenina solo dos alcanzaron puestos en el Senado, contra 28 hombres.

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Y en la Cámara de Diputados obtuvieron escaños 48 mujeres y 142 hombres.

Además, solo en 19 de los 158 municipios del país se eligieron alcaldesas.

El Gobierno central, a parte de la vicepresidenta Raquel Peña, solo hay dos ministras: Milagros Germán y Mayra Jiménez, de Cultura y de la Mujer, respectivamente.

En ese sentido no es por azar que República Dominicana aparece en los niveles más bajos del Índice Global de Brecha de Género, que prepara el Foro Económico Mundial.

En el informe del 2020 se establece que en empoderamiento político el país obtuvo apenas un 16%, y alcanzó el lugar 21, quedando por debajo Brasil, Paraguay, Belice y Guatemala.

La violencia de género

Los feminicidios son una de las tragedias que más afectan a las mujeres. La República Dominicana es uno de los países con las tasas más altas de la región, solo en 2021 se produjeron 152, las autoridades no logran bajar esas cifras que reflejan la persistencia de una brutal cultura machista.